15. Adiós Arkadia

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El sol recién había salido del horizonte, el ambiente estaba algo fresco y el cielo apenas mostraba un azul un tanto rosado y, a pesar de la hora, Apaya y yo estábamos ya levantados; mientras ella se preparaba para salir, guardando sus pertenencias y vistiéndose, yo estaba afuera de la casa, preparando a Epona para el viaje de regreso.

Y una vez arreglada su brida y la silla bien sujeta, me le quedé viendo de frente, a la vez que la acariciaba un poco de su rostro.

—Espero que estés lista para el viaje, será algo largo.— le dije.

También esperaba que Apaya lo estuviera pues el viaje de venida no fue muy agradable por aquello de haber sido atacados. Entonces vi a Epona, tan fuerte y llena de energía, supe entonces que estaba lista.

Luego de un momento, vi como Apaya salía de la casa, con su pequeña mochila en mano y caminando hacia mí mientras me sonreía. Al llegar conmigo, me da su ya mencionada mochila y luego yo comienzo amarrarla en la silla de Epona. Después me giro para verla, me sonríe gentilmente y, en respuesta, yo la atraigo hacia mí con uno de mis brazos para poder darle un cálido abrazo rodeando su cintura.

Después ambos nos giramos, y vemos la casa de Arkadia con algo de simpatía, conmigo rodeándola con mi brazo izquierdo; viendo aquel lugar que había sido nuestro hogar por tres escasos días pero que, aun así, le habíamos tomado cariño debido a su significado. Pude estar seguro de esto cuando vi como ella miraba la casa de la misma forma que yo.

—Fueron tres días excelentes, ¿no lo crees?— le dije.

—Sí... tres días compartiendo nuestro tiempo... son días que atesoraré mucho.

—Y apenas fue solo el inicio, Apaya.— dije para luego mirarla a los ojos y ver como se sonrojaba un poco.

—Ay Link...— dijo ella para luego darme un pequeño beso en los labios.

—Entonces... ¿ya nos vamos?— preguntó tranquilamente.

—Sí, pero primero debo hacer una cosa. Espérame.

Entonces fui rápidamente a la siguiente casa que estaba al lado de la nuestra, la cual era un poco más grande pero con la misma estética, pasé de las vallas y toqué a la puerta un par de veces esperando que alguien saliera y contestara.

Luego de un rato, la puerta se abrió, y ahí estaba Karid; un tanto despeinado, con ropas ligeras para dormir y sin chaleco alguno. Ambos nos sorprendemos al vernos, aunque por razones distintas.

—¡Link!

—¡Karid!— dije con algo de gracia.

—Es algo temprano... ¿necesitas algo?— dijo un poco adormilado.

—Veras... ya voy a retirarme.

—¡¿Ya?!— dijo claramente sorprendido.

—Sí, tengo que... cumplir con la misión que les mencioné aquella vez en la fogata.

—Mmm... ya veo. Dijiste que solo serían dos o tres días, y... bueno... cumpliste.

—Aquí está la llave.— dije luego de sacarla de mi bolsillo y ofrecérsela a Karid.

Él la toma y se le queda viendo por unos instantes.

—Igual, cuando termines tu misión esta casa seguirá aquí, si quisieras comprarla, puedo apartártela.

—Gracias Karid, pero recuerda que ya tengo una casa en Hatelia.— dije humildemente.

—Lo sé, lo sé. Solo decía.

—Es mejor que esa casa la ocupe alguien que la necesita.

—Sí. Ese es el plan, pero bueno.

—Exacto.

Nuevos Recuerdos [#1] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora