Nuevos Recuerdos [#1] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18

23. Posada "Con Viento Fresco"

El viaje había comenzado, no nos llevó mucho tiempo el trayecto hasta la aldea Hatelia, pero hubo muchas cosas que me parecieron curiosas durante este primer tramo.

Zelda no dejaba de ver el cementerio de Guardianes en el Pantano de Kokun, como si ese lugar guardara cierto misterio para ella; también le parecía muy triste el que estuvieran tan dañados tanto el puente de Kakariko como la gran muralla de Hatelia, tal parece que aun no le han contado acerca de su leyenda; otra cosa es que no vimos ni un solo monstruo a excepción de un par de Bokoblins a lo lejos, y aun así no tuvimos ningún tipo de enfrentamiento; al menos así pudimos disfrutar de las bellas vistas y los cielos despejados.

Incluso al pasar por debajo de la meseta de Namet, en donde usualmente hay un campamento de Bokoblins, no había ni uno solo; incluso recordaba que por ese lugar había una recluta del clan Yiga, pero no había rastro de ella tampoco.

La actitud de Apaya también me sorprendió, pues parecía conocer más estos caminos que la ruta para ir a Akkala, aunque había momentos en los que se distraía con las vistas.

Luego de dejar el paso rocoso de esa meseta, pasar junto a la pequeña laguna Menoia, y de que Zelda viera una vez más las ruinas de lo que parecía ser una caballeriza, el cielo comenzaba a tornarse de un tono naranja crepuscular, y a lo lejos ya podíamos divisar el gran y viejo estandarte que marcaba el comienzo de la aldea.

Nada más verlo, al viejo Gostin se le iluminó la mirada y nos avisó.

-¡Ya casi llegamos!- dijo a lo alto.

-Por fin... ansío verlo.- dijo Zelda próxima a mí.

-¡Vayan un poco más lento, pero no rompan la formación!- siguió Gostin.

Al ver la cercanía, yo también sonreí y al voltear hacia el caballo de Apaya, me di cuenta de que ella se veía llena de curiosidad y expectativa; casi olvidaba que solo había ido una vez ahí.

Luego de avanzar un poco más, e ir cuesta arriba rodeando el bosque de Novat, el gran portón de la aldea comenzó a aparecer en el horizonte. Y cuando menos lo esperábamos, estuvimos debajo de él y por ende, dentro de la aldea.

Nada más acercarnos, un hombrecito que ya conocía, se nos acercó.

-¡¿Quién va por ahí?! Ah, eres... ¿tú...?- dijo el Thade, el granjero.

Tal parece que me reconoció también, pero no se esperaba a toda la caravana. Lo mejor que se me ocurrió entonces fue aclarárselo rápidamente.

-Vienen conmigo.- le dije yo sin detener la marcha.

-Sheikah... ¡Eh...! Entiendo.- dijo aun confundido.

No paramos el paso y seguimos adelante. No había duda de que la aldea rebozaba de muchísima tranquilidad y armonía, pero lamentablemente parecía que nuestra llegada estaba atentando contra ella.

Varios de los habitantes de la aldea nos vieron con algo de extrañeza, como el señor Tesun o la señora Ivena, incluso las señoras Nay y Lilia que cuchicheaban mientras pasábamos. Ciertamente llamábamos la atención, y obviamente Zelda era la más llamativa.

Fuimos rectos por el poblado y luego de unos momentos, llegamos frente a la gran posada "Con Viento Fresco", una de las posadas más grandes que he visto en todo Hyrule; tanto que por fuera era bastante imponente su diseño y hasta había una terraza viendo al exterior.

Nos bajamos todos de nuestros caballos con el equipaje, excepto Dorio. Al bajar, me aseguré de que Apaya lo hiciera de forma segura ofreciéndole la mano, no nos dijimos nada pero fue suficiente con una sonrisa mutua. Todos nos vimos y entonces Gostin se dirigió a Dorio aún sobre su caballo.