CAPÍTULO 6

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NARRA JIMIN

-Jimin, te traje ropa seca-la voz de Jin sonó detrás de la puerta. Al abrir me encontré a mi profesor con una hermosa sonrisa en su rostro; en sus manos llevaba una muda de ropa que al parecer, eran de él. "No lo puedo creer", pensé mientras trataba de controlar mis nervios.

-Gra... gracias-dije, bajando la mirada y tomando la ropa. Noté que un charco comenzaba a formarse a los pies de Jin, cayendo en la cuenta de que no se había cambiado-Te vas a enfermar, vete a poner algo seco.

-En un momento, me interesa más que tu no te enfermes-dijo con una voz dulce y tranquila-Además, no soy de los que les da gripa.

-Aún así, deberías cambiarte.

-En un momento lo haré; cuando termines, ve a la sala y ponte cómodo-dicho esto, se fue. Regresé al interior del baño y cerré la puerta: mis manos temblaban, sin saber si era por el frío o por los nervios.

Mientras me cambiaba, comencé a pensar como es que había terminado en esta situación: después de que hubiera aceptado su propuesta, Jin y yo esperamos a que la lluvia parara, sin éxito; por lo cual, terminó pidiendo un taxi y aún así, parecíamos sopa de lo mucho que nos habíamos mojado. Al llegar al departamento, Jin me indicó que fuera al baño y que me secara con una toalla para después, desaparecer en otro cuarto. "Jimin, esto fue una pésima idea" pensé, mordiéndome el labio.

Una vez cambiado, salí del baño y me dirigí a la sala. Pude observar que el departamento de Jin era muy bonito y amplio, con una decoración simple pero de lo más elegante, con hermosas lámparas colgando del techo y una cocina lo suficientemente grande como para ser de restaurante. Fui a sentarme a uno de los sillones y esperé, aún viendo a mi alrededor, hipnotizado con el hermoso lugar en el que me encontraba.

"No sé de donde saqué el valor para atreverme a venir aquí, pero ya no hay marcha atrás" pensé mientras sacaba mi celular y le enviaba un mensaje a Tae, esperando a que me contestara lo más pronto posible; si alguien sabría que hacer en mi situación, ese era él:

Estoy en el departamento de Jin, después te contaré como terminé aquí, pero por ahora necesito un consejo. ¡Ayuda!

-Listo-escuché decir a Jin. Guardé mi celular y volteé: llevaba unos shorts y una playera roja holgada con un estampado de una alpaca blanca sonriente. "Para ser más grande que yo, se ve muy tierno" pensé, sintiendo un pequeño rubor en mis mejillas.

-Gracias por la ropa, aunque espero no verme ridículo por lo grande que me queda-dije, estirando aún más la playera que llevaba puesta. Jin me vio de arriba hacia abajo y volvió a verme a los ojos: sentí cómo una chispa electrizaba mi interior, provocando que me enderezara más y soltara un grito ahogado; mi corazón latía tan fuerte que podía jurar que hasta mi profesor lo escuchaba.

-En realidad... te ves muy tierno-dijo con una voz más grave de lo habitual. Nos quedamos en silencio un momento, con el único sonido del "tic tac" del reloj colgado en la pared ambientando la atmósfera-Debes estar hambriento, déjame preparar algo de cenar.

-No, no te preocupes-dije mientras Jin pasaba a mi lado e iba a la cocina. Vi como comenzaba a sacar cacerolas y sartenes, abría estanterías y sacaba empaques de comida y distintos ingredientes-En verdad no tienes que hacerlo.

-Eres mi invitado, déjame cocinarte-dijo, aún de espaldas a mi, cortando un jitomate lo suficientemente rápido como para que alguien inexperto se rebanara un dedo-Además, quiero... consentirte.

Mordí mis labios mientras tocaba una de mis mejillas: mi rostro hervía y todo por culpa del muchacho frente a mi. "Espero no sufrir un infarto" pensé cerrando los ojos, y es que cada vez que Jin decía algo lindo, mi corazón se aceleraba.

A DANCE FOR TWO || JINMIN ||Where stories live. Discover now