Frágil

Capítulo 1

—Me gusta alguien.—Dijo Alex mi mejor amigo, haciendo que yo parará de golpe mis pasos. ¡¿Qué?!

Y ahí estaba yo, escuchando la confesión de aquel que me gustaba. Irónico, siempre me burle de las historias en las que la mejor amiga se enamoraba del mejor amigo porque me parecía cliché y ahí estaba yo, escuchando la confesión de Alex, clavandome una daga mientras simulaba que estaba bien. Una palabra "karma".

—¿Ali me escuchaste?—me pregunta cuando no ve una reacción en mí.

—Sí—alargo las sílabas al soltarlas con una sonrisa leve en el rostro.

—Y ¿Qué opinas?—me mira atentamente, está atención en otro momento hubiera sido alagadora incluso daría saltitos pero ahora quemaba.

—Bueno— me detube un momento a observar todo a mi alrededor de seguro odiaría caminar por el parque desde hoy. Respiré hondo. —Es tan repentino que no sé qué decirte.—Y era cierto, me invitó al parque para hablar, como mejores amigos casi siempre estábamos pegados el uno al otro pero eso no evitaba que mi corazón se acelerará cada que me invitaba a salir.

—Lo sé, pero ella de verdad me gusta.

—¿Desde cuándo?— Las palabras salieron antes de que intentará retenerlas. ¿Cómo tenía a alguien que le gustaba y me trataba de la forma en la que lo hacía?

—Hace ya varios meses creo. —se encogió de hombros y miro hacia otro lado quizás sintiendo culpabilidad o la necesidad de mi mirada, mardicion tengo que dejar de sentir esta incomoda angustia.

Entonces justo cuando empezaba a dejar que se instalará en mi vida, cuando confiaba abiertamente en él, cuando le contaba mis más oscuros miedos, cuando sentía que éramos parte del otro, cuando sentía que no había necesidad de un título para proclamar que era mío, se escapó entre mis manos, las cosas habían cambiado. Hace meses venían cambiando pero era complicado, en un instante el podía ser tan dulce y confundirme y al otro momento hacerme sentir que no lo conocía tan bien como creó, vivía un círculo visioso que me gustaba. Era tóxico y yo lo sabía, joder como lo sé. Pero lo que siento por el jamás lo había sentido por nadie. Es la preciosa luz que me iluminó cuando todo estaba mal. Me gustaba porque cuando me cerré al mundo, el se mantuvo a mi lado, sin importar cuando difícil fui el se abrió paso para hacerse mi amigo. Y todo hubiera estado bien si no me hubiera enamorado.

—¿Ali?—parecía preocupado y empezó a acercarse.

Justo ahora si solo quería poder estar más tiempo a su lado, si solo me conformaba con eso...

Me reí suave y le mostré mi más cálida sonrisa.

—Bueno y ¿Quién es la desafortunada?—pregunte con burla.

El abrió los labios para responder pero lo corte al instante aún no estaba lista para eso, porque por más linda o buena que sea la chica sé que la odiare con todo mi ser.

—Sabes que. no me digas—me hice la ofendida—total llevas meses sin contarme.

—Oye no te pongas así—comento acercándose.

—Ya veo cuanta confianza me tienes y ¡¿con esa boca me llamas mejor amiga?!—me puse dramática, era esto o mostrar cómo me sentía realmente pero si hacia eso puede que al final dañara lo único que nos mantenía unidos, nuestra amistad.

—Te iba a contar de verdad que sí—se defendió.

—¿Cuándo?—Lo señale.

—No lo sé. En algún punto—se alzó de hombros.

—¡¿Cuándo fueran novios?!–Ironice—o mejor aun cuando se casaran y necesitaran una madrina.

El solo estallo en risas.

—Ali no es para tanto.

Para el no pero para mí sí.

—Como sea mal amigo. ¿Qué tienes pensado?

—Aún no sé.

—Típico, ¿qué harías sin mí?—negué con la cabeza y con una leve sonrisa aunque la pregunta sería ¿Qué haría yo sin ti?—Tienes que hacer cosas originales. Salir del cliché. Como llevarla de compras mmm o escribirle notas, cosas distintas.

Seguimos hablando de cosas triviales esa tarde, claro en ningún instante deje de sentirme triste o de pensar que un día no podríamos volver a hablar pero solo necesitaba estar ahí. Sonaría egoísta pero quería tenerlo un poco más antes de que todo acabará.