III: En Un Lío

631 34 22
                                    

Rudiger me empujó contra ella y nuestros labios se tocaron. Me quedé paralizado, Cassandra me miró sorprendida, entonces sonrió y me dio un beso en la mejilla, puso una mano en mi pecho y me apartó un poco.

-Pasito a pasito, no será tan fácil recuperarme.

-Yo no quería,... Solo… nada, entiendo.

Me sentí algo mal, pero tampoco podía hacer nada más. ¿Qué me creía? ¿Que la rescataría y caería rendida en mis brazos? Hablamos de Cassandra por favor. Ella no olvida fácil, y menos la que lié aquella noche, jamás me perdonaría.

-Venga Varian, tenemos que llevar a este ante la justicia -Dijo levantando a Paracelsus del suelo.

-Sí, -Contesté algo decaído- y yo tengo que volver a prisión.

-Oh Varian, por un momento me había olvidado, creerán que te has fugado de prisión y te van a aumentar la pena. Lo sabes ¿no?

-Lo suponía, aunque ya qué más dá -Refunfuñe- Unos años más, unos años menos,... Total, cuando salga seguiré siendo el traidor a Corona, me seguirán odiando y te aseguro que eso no será vida, siempre ocultandome como una rata traidora, solo querría borrar lo que hice, pero eso no se puede. Creo que lo mejor sería quedarme de por vida en esa celda, ya total cuando salga será peor el infierno.

-De veras lo siento Varian. Supongo que entenderás que debo llevarte a la prisión, no puedo dejarte suelto, no he olvidado lo que hiciste, pero si quieres bajo a visitarte de vez en cuando.

-¿De verdad lo harías?

-Por supuesto.

-¿Sabéis, parejita,... -Intervino Paracelsus- ...que ese “de por vida” es imposible ya que ahora no podéis morir?

-No lo había pensado -Dijo Varian- Menuda me espera. Si muchos ya me acusaban de brujería ¿Qué pensarán cuando se enteren de que no puedo morir?

-Ni envejecer -Añadió el malvado.

-Yo tampoco pensé, te vas a meter en un buen lío, por mucho que intentes ocultarlo te pillarán, si te encierran se darán cuenta de que no envejeces y si te cuelgan verán que no mueres.

-Estoy condenado -Dije bajando la cabeza.

-Tranquilo se nos ocurrirá algo.

-Sí -Dijo Paracelsus- Me liveráis y yo le deshago lo de la inmortalidad.

-Seguro que encontramos una solución mejor que esa -Insistió Cassandra.

-Mejor soy yo el que mira que hizo y lo arregla.

-Nunca lo averiguaras -Insistió el malo- sólo los guardianes del almacén puede comprender el poder de los objetos.

Cassandra y yo nos miramos mutuamente pensando que el hombre estaba delirando pero decía la verdad, en el proceso intervinieron elementos que muy pocos pueden comprender y uno de esos pocos era Paracelsus.

-¿Entonces qué hacemos? -Preguntó Cassandra al ver que no llegaban a ningún lado.

-Soltarle no es una opción, pero yo no puedo con esto, sé mucho de alquimia, de ciencias y un peli de magia, pero no entiendo esto, me supera ¡Y ESO ME FRUSTRA! ¡¿Cómo puede ser?! ¿Qué se me escapa?

Paracelsus soltó una risa y cuando le miramos comenzó a hablar- ¿Qué te parece si yo te guío desde aquí para que deshagas lo que yo hice y a demás os doy algo que os ayudará con vuestros problemas de pareja, eso de que no podéis estar juntos porque él tiene que ir a prisión?

-No somos pareja -Soltamos los dos a la vez-, aunque lo fuéramos, no nos interesaría tu trato -siguió Cassandra- y    aunque nos interesara, ¿Cómo podemos fiarnos de ti? -Concluí yo

The Alchemist Return - 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora