~♡ Jack Dylan Grazer y tú ♡~

31. Una semana de sólo dormir me parece bien.

Última semana de noviembre, eso sólo significaba una cosa, que luego de las fiestas Jack y los demás iniciarían sus clases en otro lugar. Yo me quedaría aquí con April y seguiríamos siendo amigas, y si, eso me reconfortaba mucho, por lo menos tenía a April.

-¿Como va la escuela? - me sonrió mi madre.

- Bien - estábamos las dos sentadas en la mesa, ella esperaba a mi padre, que se estaba duchando, y yo tomaba un jugo.

- Cuándo vengas podemos decorar la casa, ya se acerca navidad - asentí con la cabeza - ¿Aún te gusta verdad?

- Claro - sonreí, me levanté de la silla y tomé mi mochila - ya es tarde, me voy, te quiero. - Abrí la puerta y salí.

El día estaba nublado, los vecinos ponían luces y guirnaldas para decorar sus casas, también habían camiones llevando pinos. La navidad me gustaba, me ponía de buen humor ver a todos tan entusiasmados esperando la noche buena.

- Hola - Jaeden estaba detrás mío.

- Hola - le sonreí - ¿no tienes frío?

Jaeden estaba usando sólo un hoddie negro y unos jeans.

- No, ¿tu sí? - juntó las cejas.

- Jae, ni siquiera puedo cerrar bien los brazos por toda la ropa que estoy usando ¡Parezco un burrito!

- Es cierto - rió escandalosamente - Te voy a extrañar - se limpió las lágrimas de la risa. okay no era para tanto.

- Yo también - hice un puchero - que lindo eres, gracias.

- Voy a extrañar esta escuela - bajo la mirada - no quiero irme.

- ¿De qué hablas? A dónde sea que vayas tendrás más amigos, podrás hacer crecer tu carrera como actor y te irá bien, mucho mejor.

- Si, ¿pero y ustedes? - ni siquiera me miró.

- ¿Nosotros? - sonreí sin gracia - Nosotros estaremos orgullosos de ti, vamos, eres un gran actor, serás como - dudé - Nicolas Cage. - me miró sorprendido.

- ¿Nicolas Cage? - sonrió y esta vez si me miró - él es grande, es súper. Es bueno que me comparares con él.

- Si, por nada, Jack será, déjame pensar - entre cerré mis ojos con mi mano en mi barbilla - Oh, Jim carrey - afirmé.

- En serio tienes que estar muy segura de nosotros - rió - gracias por esto, por hacerme reír.

- Hey para eso son los amigos - lo abracé y él hizo lo mismo.

(...)

- Lo que más quiero es que tenga mucha información importante, no imágenes o cualquier cosa, quiero que sea presentable - mi profesor miró directo a mis ojos.

- Lo prometo - supliqué - le encantará mi trabajo, pero necesito más que sólo un seis.- me miró algo sorprendido y entrecerró los ojos.

- Está bien, fue una buena alumna, la quiero ver en acción señorita _______ - asintió decidido.

- Gracias, muchas gracias - salí del salón de clase.

Estaba muerta con la escuela, exámenes, trabajos, tareas, Jack, maldita sea el tema de Jack y los demás. Tenía la cabeza por explotar, todo, absolutamente todo me provocaba jaquecas, es interesante lo que a una persona de sólo catorce años le puede pasar para estresarse.
Fui a la cafetería para comer algo porque vamos, me lo merecía, vi a Sophia y me acerqué a su mesa.

- Hola - me senté.

- ¿Qué tal? - alzó la mirada un segundo para mirarme, luego sus ojos se enfocaron en un libro.

- Horrible, estoy muy cansada necesito unas vacaciones. - puse mis manos en mi cara.

- ¿una semana de descanso te parece bien?

- una semana de sólo dormir me parece bien.

- Genial, porque eso tendrás - reímos -¿Sabes quién tiene las mejores calificaciones?

- Sí, el jodido Jeremy - dije obvia - quisiera ser como él, lo envidio - hice un puchero.

- Hey yo también tengo buenas calificaciones - dijo Sophia y yo levanté una ceja - Bueno, si, las de Jeremy son mejor.

- Quiero dormir - dije agotada.

- Me tengo que ir, _____, lo siento - me dio un pequeño abrazo desde su asiento y se fue.

Genial, ahora estaba cansada y sola. Puse los brazos sobre la mesa y metí mi cabeza para refugiarme de cualquier sonido. Estaba segura de que en cualquier momento me quedaría dormida pero ¿qué más da?, estaba casi sola en la cafetería y nadie notaría mi ausencia.

- Hola - reconocí al instante esa voz. Mike. Su voz era ronca y algo profunda, la verdad combinaba con su aspecto.
Emití un quejido y levanté mi cabeza con todos mis cabellos en mi cara. Mike sonrió, sen sentó y movió mi cabello intento ver mi cara.

- Soy un asco - dije sin ganas.

- Si lo eres - miró disgustado - mírate, tus ojos son lindos, tus pestañas igual, oh sin mencionar que tu cabello huele muy bien.

- Imbécil - sonreí y empujé su hombro - ¿que haces aquí? - peiné mi cabello con mis manos.

- No vino mi profesor hoy - se encogió de hombros - a nadie le importa mucho los últimos días.

- ¿Lo dices en serio? Yo me estoy esforzando en hacer miles de tareas.

- No lo hagas, relájate - se acercó un poco - ¿cuanto es tu nota en el semestre pasado en la materia que estás mal?

- Matemáticas, tuve un cinco de promedio.

- ¿Hastings?

- Sí - revolee los ojos.

- Él me ama, el año anterior fui su alumno preferido.

- ¿y eso de qué me sirve?

- No te preocupes por nada - sonrió - yo lo resolveré. - no quería ser una aprovechada, pero también quería no preocuparme, dios mátame por tener que ser una persona educada.

- No - abrí los ojos exageradamente - no puedo dejar que lo hagas, Mike.

-Vamos, yo insistió - negué con la cabeza y él revoleó los ojos- vamos bombón - hice lo mismo.

- Está bien, sólo porque quiero dormir más por las mañanas - entrecerré los ojos.

- Si claro - dijo sarcástico, sacó su móvil y lo uso un minuto - ¿no irás a clase?

- Oh, mierda, tienes razón - tomé mi mochila y saqué el gran cuadernillo de Mike - ten, gracias por eso, me estás haciendo muchos favores, esto no se queda así - cerré mi mochila - te veo luego, adiós - salí corriendo de la cafetería.

(...)

Estaba viendo una película con mi padre en la sala. Él nunca había visto harry potter y ya íbamos por la mitad de la segunda película.

- Cariño, ¿sabes que hora es?

- Son las 5 - le puse pause a la película - ¿por qué?

- Tengo que salir con cliente - se puso de pie -es una caso no muy importante pero de todas maneras tengo que asistir a la junta, cariño.

- Pero aún no la acabamos de ver - junté las cejas.

-Lo sé, mañana será - no puede ser, era un clásico ver una maratón de harry potter víspera de navidad y mi propio padre no quería verla conmigo. Subió las escaleras a su habitación supuse. Me recosté en el sofá a planear una noche solitaria, aunque no sería tan solitaria porque de alguna manera siempre alguien me venía a ver, aveces y sólo aveces era incómodo.

- Ya me voy, se me hace tarde - dijo mi padre mientras bajaba las escaleras y tomaba su maleta - hay comida para que calientes, vuelvo tarde, adiós amor - cerró la puerta, y en ese mismo instante me llegó una llamada de Mike, oh Mike, no estaba de ganas de hablar con alguien.