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JiMin estaba inseguro. Aunque eso no era lo importante, tenía que hacerlo. El tipo podía acabar con su vida y la de los niños. Un joven lobo fértil con tres niños no era un peligro, no estaba ni siquiera en condiciones de protegerse a sí mismo. Esperaba que tuviera piedad de ellos, que no fuera como los asqueroso e inútiles que se habían encontrado en el pasado, sus bebés no lo merecían.

-¡Niños, vuelvan! -gritó lo más alto que pudo, tenía un nudo en la garganta.

Sus hijos no habían vuelto a su forma humana, seguían siendo tres lobitos de pelaje negro. Ellos se tropezaron y corrieron a su llamado. Excepto al llegar, se miraron entre ellos sin entender, su padre estaba presionado con un hombre que no conocían. Pero toda duda acabo después de unos segundos, su papi estaba bien y eso era lo que importaba. Aparte, era normal en los lobos que al querer demostrar dominancia se colocaran sobre el individuo. Ya sea en forma de lobo o humana.

Con sus patitas todavía tropezando, los cachorros se abalanzaron contra JiMin, también chocando con las largas piernas del hombre. Por un momento el joven padre se asustó, no sabía cómo reaccionaría ante ellos el hombre que lo sostenía, luego viendo que no dijo ni una palabra, se calmó y trató de controlar a sus hijos.

-Hora de cambiar, niños -JiMin tomó al más grande que no paraba de revolcarse- TaeHyung, rápido.

Su hijo mayor se hizo para atrás y volvió a su forma humana, quedando sentado en el pasto. Después HoSeok y YoonGi viéndolo, lo hicieron por igual. Se quedaron los tres sin saber si acercarse a su papi, ahora en su otra forma las cosas cambiaban, su mente se aclaraba y eran mas consientes de la situación. Al final, HoSeok fue el primero en acercarse.

-Hola señor -nuevamente hacía que sonara como una z- soy Park HoSeok.

-Hola -la voz profunda del hombre hizo que los tres abrieran grandes los ojos y se acercaran.

-¿Cómo te llamas? -preguntó TaeHyung.

-JungKook -contestó sin expresión.

JiMin miró en silencio la conversación, estaba absorto en sus pensamientos. Por lo menos se había calmado su incomodidad, se había relajado rindiéndose ante el poder del lobo mayor. Había algo en la voz del hombre que lo obligaba a calmarse y respirar.

Jamás había experimentado estar tan dominado. Con ganas de rodar y mostrar su estómago, aún si fuera en su forma humana. Era ridículo.

-Yo me llamo TaeHyung y él es YoonGi -señaló al que comenzaba a quedarse dormido, claro que no hubo respuesta.

-Tengo frío -dijo YoonGi después de unos minutos de silencio.

JiMin abrió sus brazos en invitación, su hijo llegó y se recostó en su pecho. Lo arrulló y se quedó completamente dormido en segundos. Con el calor de su padre que se había multiplicado por la presencia del tal JungKook en su espalda. HoSeok y TaeHyung también saltaron y se acomodaron. El largo viaje los había dejado completamente exhaustos, a JiMin también se le cerraban los ojos. Pero no podía permitirse dormir, no sabía si el lobo iba a querer algo a cambio. Incluso si deseaba su cuerpo, JiMin se lo daría, todo por proteger a sus bebés.

Un gruñido resonó en su espalda, y sin meditarlo se apoyó en el pecho de JungKook, igual a como lo hacían sus hijos. Una parte de su cabeza le gritaba que estaba mal, que no debería estar tan tranquilo, pero lentamente dejaba de prestarle atención.

- ¿Qué vas a querer a cambio? -preguntó JiMin en un susurro, supo que fue escuchado, pero no recibió respuesta.

Sus ojos se cerraron y se permitió descansar por fin.

Sus ojos se cerraron y se permitió descansar por fin

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Por sus cachorros| кσσкм¡หUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum