Ansiedad Social

5.

Las veces que mis pocas amistades de la infancia no asistían a clase, era un día de soledad.

Cuando pude crear vínculos con ellas de alguna manera tomé confianza y pude conocerme un poco mejor...

Mi lado extrovertido brotaba con ellas, aún tenía miedo pero era menor que con otras personas.

Sentía cierta libertad de poder ser yo.

Aún recuerdo a aquella niña que se mantenía horas jugando en un rincón... Siempre solía decir que me gustaba crear mis propias historias, donde yo decidía lo que pasara... En que terminaría.

Aunque...
Había y aún tengo muchos motivos por los cuales no sentía que tenía la mente de una niña de mi edad.
Los demás reían, pero yo no...
Los demás amaban salir de casa, pero yo no.

Era cierta confusión que me hacía pensar diferente.

Viví bajo el techo de una casa con unos padres que por períodos era felicidad y al otro todo caía bajo.