Ansiedad Social

34.

Aquel chico de cemblante moreno claro, aquel chico que con sólo aspirar su aroma me estremece. El chico dulce y tímido que tuvo la dicha de ganarme.

No se ni como pudo empezar este lio dentro de mi que causó una fuerte atracción por el chico de cabellos oscuros. Su semiperfeccion improvisada era neutra y hermosa para mí.
Me bastaba ver su rostro tímido que se escondía tras sus manos, su cabello que se dividía y cubría la mitad de su mejilla.
Los lentes redondos que me eran tiernos en su momento cuando los portaba.
Su silencio aún así era abrumador para mí, el que dijera algo o no enloqucia mi interior. Sus manos largas que por "accidente" logré tener contacto eran suaves y cálidas.

Me hubiese gustado quedarme con aquel chico que solía sentarse frente a mi;  El primero que pudo alterarme.
Quedarme a tomarle de la mano, quedarme para hacerlo reír.

Pero una vez más, debo darme por vencida debido a nuestras inseguridades que nos prohíben estar juntos, así como el destino.

Era uno de los pocos con los que solía sentir la falta de su presencia que me llenaba y algo insistía en mi para volverle a ver, pero como acercarme si sus mejillas ardían junto a las mías.
No fui capaz de decirle nada, quedarme con el sin decirle este sentimiento grato.