Sumergido en una vida común, Jeremy un joven empresario descubre un mundo al revés donde se verá atrapado y descubrirá su verdadera realidad.
Una historia intensa de amor, pasión y drama. Te llevará a un lugar íntimo y profundo, donde nadie mas pod...
Suelo llegar temprano en el trabajo, bueno yo y las señoras mayores que sufren de insomnio y prefieren tomar su café acompañada de una docena de chicas de la tercera edad.
Cuando entro por el pasillo puedo escuchar desde lejos las carcajadas de unos cuantos chistes antiguos que los podrían repetir hasta durmiendo de tan adentro que están en mi cabeza.
Paso por el pasillo vacío que conduce hasta mi oficina. Seguramente Elisa está en la cocina siendo mimada por las abuelas, que se pelean por elegir el nombre de la niña. Cierro mi puerta para poder concentrarme en todo lo que tengo que hacer, pero antes de que yo pueda sentarme en mi silla, escucho alguien tocar en mi puerta y luego en seguida la abren.
- Buenos días señor, ¿te apetece un café? Seguro que me llama señor para provocarme. Es muy pillina y le gusta los juegos.
-¿Por qué llegaste tan temprano Emilly? Tu hora es a las nueve, no me hagas pagarte horas extra. Sonrío. Le hablo así para darle el cambio por hacerme sentirme mayor.
- ¿Qué tal estas? Llegué un poquito antes para adelantar algunas cosas .... ¿Le parece mal mi anticipación?
No puedo ocultar que tengo una cara poco convencional hoy, ni siquiera le puedo mirarle bien a los ojos. A la vez no esperaba verla tan temprano, es mucha información para alguien tan desprevenido como yo.
- No, no, ¡no es eso! Es que a esa hora solo estoy con las abuelas intelectuales y no me esperaba verte. Sonrío otra vez. - Quédate tranquila mujer.
- Jer, no quiero que te sientas raro delante de esa situación, si es eso que te pasa por la cabeza. La noto un poco nerviosa, mientras yo mantengo esa sonrisa falsa que ya no puedo más, quiero poner mi cara de ''solo acabo de despertarme'' pero conozco el poder que sus palabras ejercen sobre mí, así que escucho como si le prestará mucha atención. Emilly ya está caminando por la mitad del salón de mi oficina. Aprieto mis ojos, intentando mirarla bien, tengo tanto sueño que no puedo contestarle en este momento.
- Sobre lo del café, me apetece un expreso. Le guiño un ojo, mientras el otro permanece cerrado. Noto que ella se siente molesta. ¿Pero porque no le contesto? Decido levantarme y me pongo parado delante de ella. Le acerco unos papeles, mientras los coge medio desconcertada, pero a la vez intenta fingir normalidad.
- Claro Jeremy. Se da la vuelta y camina hacia la puerta.
- Emilly, espera un momento por favor. Hablo en voz alta, antes de que ella pueda salir. Se da la vuelta hacia a mí, pero ahora lentamente, como si lo pensará antes de hacerlo, tratando de no mirarme directamente a los ojos.
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- Todavía soy Jer para ti. ¿Vale? Ahora tengo su mirada sobre la mía. - Y sobre el pasado hace tantos años que para mí ya se quedó atrás, no te preocupes. Las personas cambian, maduran. Entiendo que éramos jóvenes. No llevo dentro ninguno rencor sobre lo que pasó. Así que tranquila, es una nueva etapa para ambos.
