『 Min YoonGi quería a alguien adecuado para tratar con su bebé...
Después de una desastrosa primera cita y a pesar de su innegable atracción por el sensual presentador de televisión Park JiMin, YoonGi insistía en sólo salir con personas que fueran a...
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Con un suspiro, JiMin se apoyó en la pared del ascensor, echándole otro vistazo a YoonGi, si pudieran hacerle un trasplante de personalidad... Sería perfecto.
Tenía una fuerte mirada, cabello negro brillante, un pecho ancho y ligeramente musculoso, igual que los abdominales que sabía que escondía bajo la camisa. No le había visto el torso al desnudo en vivo, pero había contemplado fotos suyas en internet.
Era uno de los solteros más codiciados de Corea del Sur, había aparecido en un calendario para fines benéficos adornado con fotos de los hombres más atractivos. Un soltero que criaba a un bebé tras un sonado divorcio.
En alguna parte del mundo, debía de haber una persona adecuada para ese tipo, tan maravilloso en el exterior y tan insoportable por dentro.
Sería un protagonista ideal para su programa de televisión, Tu media naranja.
El amor verdadero existía, igual que las almas gemelas... Igual que las cosas que más temía la gente, corazones rotos, enfermedades y obligaciones de vida o muerte.
JiMin todavía creía que encontraría a su pareja perfecta algún día, pero, después de haber sido abandonado el día antes de navidad por quien había creído su hombre ideal, había decidido tomarse un año de descanso sin salir con nadie. Había necesitado centrarse en sí mismo. Sin embargo, no había cumplido sus planes, YoonGi se había mudado a su edificio a principios de enero y lo había invitado a salir una semana después de que se hubieran conocido, y cómo un tonto había aceptado.
Esa noche, hacía tres meses, no había hecho más que probar su hipótesis, no era momento para salir con nadie, él no confiaba en sus instintos en lo que a hombres respectaba.
No, después de su ruptura con JungKook. De hecho, su vida estaba sumida en el caos.
YoonGi movió la cabeza a los lados, como si estuviera tratando de estirar el cuello. El aroma de su loción lo envolvió por completo y maldición, olía bien... Masculino y cálido como el mejor vino, lo que era curioso ya que Min YoonGi era el director de las destilerías de ginebra de la familia Min.
El ascensor llegó a su destino.
—Después de ti —dijo él con una sonrisa.
JiMin salió, los zapatos eran lo suficientemente altos como para impedirle dar pasos largos, algo que le hubiera gustado hacer para demostrar su determinación.
Reuniendo todo su coraje, entró en la sala de reuniones, los cinco miembros de la junta de la comunidad de vecinos estaban sentados a la mesa.
La presidenta Kim JiSoo, lo miró como si fuera una mancha de vino tinto en una costosa tela blanca. No iba a ser fácil ganársela, pensó él.
—Hola a todos —saludó JiMin, tratando de exhibir su mejor sonrisa, a pesar de que había tenido un día agotador con los preparativos de la nueva temporada de Tu media naranja.