『 Min YoonGi quería a alguien adecuado para tratar con su bebé...
Después de una desastrosa primera cita y a pesar de su innegable atracción por el sensual presentador de televisión Park JiMin, YoonGi insistía en sólo salir con personas que fueran a...
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JiMin reconoció al hermano de YoonGi, HoSeok, en cuanto entró en la fiesta.
Tenía el porte de su hermano, un poco más alto y también era muy guapo.
-Hobi este es mi JiMinnie -presentó YoonGi.
Su hermano lo agarró del brazo para saludarlo en un apretado y cálido abrazo.
-Salta a la vista -dijo HoSeok, y envolvió a JiMin en un nuevo abrazo-. Me alegro de conocerte, YoonGi me ha hablado mucho de ti -señaló y miró a YoonGi-. Tienes razón, es impresionantemente tierno.
-Solo digo la verdad -dijo el pelinegro con una sonrisa.
HoSeok le tomó a JiMin de la mano.
-Ven, te llevaré a la sala de reunión para mezclarnos con la prensa. YeSung está esperando a YoonGi.
-¿Me está esperando? -preguntó YoonGi , nervioso-. Diablos, HoSeok, ¿por qué nadie me ha dicho que había llegado ya?
-No te angusties. Acaba de llegar, lo he dejado acomodado en la sala de reunión privada. Me ha dicho que espera que le hagas una visita exclusiva por la fábrica, no te preocupes, yo me ocuparé de entretener a la gente hasta que vuelvas -le tranquilizó HoSeok, dándole una palmada en el hombro.
YoonGi suspiró. Le apretó la mano a JiMin, le dio un beso en la frente y dejó un par de palmaditas sobre sus glúteos a modo de despedida.
-Pásalo bien, cariño. Te veo dentro de un rato.
JiMin lo agarró del brazo para detenerlo antes de que se fuera.
-Yesung va a quedar enamorado. Tienes la mejor ginebra del país y sabes todo lo que hay que saber sobre su elaboración, ahora haz que tu padre se sienta orgulloso.
El pelinegro sonrió, meneando la cabeza con incredulidad.
-¿De dónde has salido, Park JiMin?
-Del otro lado del pasillo, ¿recuerdas?
-Ah, sí -contestó, sonriendo.
La sala de reunión estaba repleta de gente. Había una docena de mesas altas con banquetas forradas de cuero a su alrededor. Había también una barra en un extremo, atendida por dos camareros.
El espacio estaba separado de la fábrica por una pared de cristal. En puntos estratégicos, había cestas con los ingredientes naturales que llevaba Min No. 9: piel seca de naranja, cilantro y, por supuesto, bayas de enebro.
-Gracias por hacer esto por nosotros -dijo HoSeok-. YoonGi y yo te estamos muy agradecidos. Me alegro de que haya dejado de ser tan engreído respecto a ti.
-¿Cómo?
-Le gustas desde el primer día que se mudó a ese edificio -le contó HoSeok-. Me alegro de que se haya aclarado de una vez.