Edith Cushing (1/2)

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Edith nació el 9 de octubre de 1877, hija de Carter Elias Cushing y Eleanor Wyndham-Beckford. Carter y Eleanor eran de clases sociales muy diferentes. Él se enorgullecía de haberse hecho a sí mismo, un hombre de negocios muy trabajador que heredó la empresa de ladrillos y mampostería de su padre. Eleanor, en cambio, provenía de un linaje británico rico y respetado que su familia pretendía que preservase. La mujer tenía prohibido casarse con alguien de clase social más baja, pero el amor la llevó a contraer matrimonio en secreto y los recién casados enseguida emprendieron una nueva vida en el animado corazón de Nueva Inglaterra.


Después de tres abortos, el cuarto embarazo de Eleanor llegó a término y nació Edith -a quien sus padres consideraban una bendición del cielo-. Ambos progenitores, pero en especial Carter, se quedaron prendados de ella de inmediato. Edith era la niña de los ojos de su padre. Él, que trabajaba muy duro para que su empresa saliera adelante, se estableció en Buffalo, donde construyó la casa de sus sueños -una mansión moderna con todas las comodidades habidas y por haber-. A Edith le encantaba la luz del sol, la mesa del comedor -que era tan grande que podía esconderse debajo- y los manzanos del jardín.


Edith también hallaba solaz en la casa de verano que sus padres tenían en los Grandes Lagos. Era una residencia mágica. Allí, la joven podía dejarse llevar por su imaginación. Le fascinaba una familia de conejos que vivía en las inmediaciones, así que les puso nombre a todos sus integrantes e inventaba historias con las idas y venidas de estos. Un verano, cuando Edith llegó a la casa, descubrió que los conejos ya no estaban. Carter la confortó dejándole una nota, escrita supuestamente por los conejos, con la que se despedían de ella. Edith leyó la nota en multitud de ocasiones y la guardó como oro en paño; y a pesar de la pobre caligrafía de su padre, siempre la consideró parte de su maravillosa niñez. La joven, un espíritu libre, tenía una imaginación insaciable y fue con su madre con quien aprendió a soñar despierta. A menudo leían e iban a comprar libros juntas...



La Cumbre Escarlata: Más Allá de la OscuridadNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ