Alan McMichael (2/2)

63 4 0
                                    



El destino quiso que su persecución del sueño americano acabase llevándolo por medio mundo, dado que aceptó un programa de estudio de cinco años en una universidad médica de Londres. Aunque era evidente que no podía dejar pasar aquella magnífica oportunidad de hacer carrera, el tiempo que estuvo en el extranjero hizo que se abriera un gran vacío entre él y el objeto de su afecto.


Mientras estuvo en Londres tuvo acceso a fotografías de espíritus y las apariciones de los daguerrotipos hicieron que retomara la fascinación de su infancia por los fantasmas -y por Edith-.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Alan volvió a Nueva York, su hogar, donde se dejó llevar por el espíritu de la época y se sintió emocionado por las posibilidades que le presentaban el progreso, la tecnología y la innovación. Apesar de que la élite social de Buffalo lo consideraba un atractivísimo pretendiente  -todas las muchachas de la ciudad estaban prendadas por él-, Alan solo tenía ojos para Edith. Cuando maduró, su amistad con su amiga de la infancia se convirtió en un amor profundo y ardoroso.


Sin embargo, le resultó desalentador que Edith no sintiera las mismas emociones que él. ¿Estaría enterrando ella sus celos tras una máscara de apatía? ¿O de verdad no le había importado que estuviera tanto tiempo ausente?


Alan ansiaba estar con ella, como cuando eran niños, pero el corazón de la joven seguía fuera de su alcance. A pesar del amor sincero y puro de él, daba la sensación de que Edith no tuviera interés alguno en devolverle sus afectos románticos. Pero lo que más le dolió al optometrista fue ver que se enamoraba de otro, de Thomas Sharpe.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


La desconfianza que Alan sentía hacia el misterioso extranjero, que le había robado el corazón de su amada, hizo que se enfrentara a él. ¿Estaría Alan consumido por los celos o hacía bien en desconfiar del nuevo pretendiente? ¿Estaba Edith en peligro por culpa del deseo que sentía por Thomas?


En cualquier caso, el buen doctor decidió que no debía interponerse en la felicidad de su amada. Sufriría en silencio el dolor que le producía aquella aflicción para que no fuera ella la que padeciera. Daba la sensación de que Alan estuviera condenado a vivir un amor no correspondido hasta el fin de sus días.


Aunque cautivara la imaginación de Edith con sus fotos fantasmagóricas y sus teorías sobre fantasmas, Alan haría lo que fuera, viajar al fin del mundo, si es preciso,


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


para protegerla de los horrores del mundo real...


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



La Cumbre Escarlata: Más Allá de la OscuridadWhere stories live. Discover now