Capítulo 4

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Narra Harry

Camino por los pasillos del supermercado junto con un carrito tomando las cosas necesarias que faltaban en casa, recuerdo mentalmente la cantidad de dinero que acababan de darme el día de ayer para tratar de organizarlo para toda la mitad del mes.

¿Qué tanto piensas, Harry? -escucho la voz de Xena a mi lado sacándome de mi enredo mental-

Estoy pensando en el dinero que puedo gastar hoy -murmuro volteando a verla-

Xena era una señora de la tercera edad con cabello blanco, ojos azulados y siempre contaba con una hermosa sonrisa en su rostro. Ella fue anteriormente una mucama que trabajaba para mis padres, ella fue quien salvo mi vida años atrás y con la cual nunca perdí contacto. Cuando me expulsaron del orfanato Xena fue quien me ayudó a conseguir mi actual trabajo y es la que paga la renta de mi departamento. Mucho antes del incendio ella había conseguido un novio, se caso un poco después y formó una familia, él la mantuvo hasta que falleció y ahora sus hijos son quienes la mantienen.

Testarudo, ya te he dicho que yo pagaré lo que compres -golpea levemente mi brazos-

No quiero aprovecharme de ti, ya me siento bastante culpable de que pagues mi departamento -niego con mi cabeza-

Eres como mi hijo Hazz, tengo que cuidar de ti hasta que muera -sonríe quitandome el carrito de compras metiendo diversas frituras al pasar por ese pasillo-

Xena, para -suspiro tratando de regresar a su estante todo lo que metía-

Tocas algo más del carrito y lo próximo que sentirás es un manotazo en la nuca -me advierte alzando una ceja-

Es tu dinero el que gastare -suspiro culpable-

El dinero no es algo que una abuela como yo necesite, aparte mis cuatro hijos ya me dan demasiado que no tengo en que gastarlo y prefiero hacer una buena causa y salvar a mi chico -pellizco mi mejilla-

Eres la mejor -no puedo evitar sonreír y la abrazo-

...

Llego a mi casa con las bolsas en mis brazos después de que Xena me trajera en su auto, camino a la cocina y ordenó todo lo comprado sonriendo al ver como los cajones se habían llenado de comida como nunca lo habían hecho. Me dirijo a la sala junto con una bolsa de frituras sentándome en el suelo al no tener ningún sillón, tomo uno de los cuatro libros que había pedido de la biblicioteca del instituto empezando a leerlo mientras comía.

Pero me detengo de golpe al recordar al chico de ojos azules y suelto un suspiro, ya que era la sexta vez en el día que pensaba en él y en lo idiota que fui con él. Realmente no me arrepiento del todo lo que hice ya que eso era lo que sucedía con todas las personas que lograban hablarme, mi meta era lastimarlas y alejaras antes de que me hirieran primero. Cierro mis ojos para tranquilizarme traer uno de mis peores recuerdos de la infancia, si es que se le puede llamar de esa forma.

~~FALSH BACK~~

Río corriendo por el área de juegos con la que contaba el orfanato, trato de ser más rápido para alcanzar a la niña que se encuentra delante mía para hacer que le tocara a ella perseguir a todos los demás.

¡Ya casi te tengo! -grito emocionado cuando de repente alguien me empuja fuertemente logrando tirarme al suelo-

Siento mi cuerpo doler y me giro para ver de quien se trataba mientras hago un puchero queriendo llorar por el dolor.

Aww, ¡el bicho raro llorará! -ríe uno de los chicos que eran mucho mayores a nosotros-

Él era el tipo niño bravucón de las escuelas, todos le tenían un enorme respeto y miedo que nunca nadie se negaba a lo que quiera hacer, al tener 15 años todos estaban a su disposición en cualquier cosa.

¿Por qué me has empujado? -me quejo sin quitar mi puchero-

Un bicho raro como tú no merece estar con nosotros -dice acercándose a mi y yo por instinto trato de alejarme, pero me choco con algo-

Giro mi rostro hacia atrás y miro uno de los amigos del chico sonreírme con malicia.

Atrapalo -añade el más grande y este de inmediato me carga siendo demasiado fácil ya que solo tenía 6 años mientras el chico que me cargaba tenía 7 años más-

¡No, sueltame! -me quejo tratando de zafarme pero mi esfuerzo era no servía de nada-

Me tuvieron secuestrado en todo el día molestandome y gritandome de todo lo que quisieron, hasta que en la noche decidieron llevarme a la cocina donde ya no se encontraba nadie, encendieron una estufa y decidieron descubrir como se crearon las cicatrices de mi cuerpo...quemaron la piel de mi cuello, sin importarles cuanto gritaba y lloraba para que se detuvieran ellos no lo hicieron. Cuando los encargados del lugar llegaron, sólo encontraron a un niño desmayado en el suelo a punto de morir...con una nueva marca en su cuerpo.

~~FIN DE FLASH BACK~~

Siento una gota caer sobre mi brazo y es cuando salgo de mis recuerdos notando como mi rostro estaba empapado en lágrimas mientras que con mi mano izquierda recorría aquella cicatriz de mi cuello.

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Más corto que los demás, pero siento que no bastaba añadir más detalles.

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A BROKEN HOME FOR A BROKEN HEART [L.S.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora