four

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Zayn

En un brusco movimiento nacido de mi subconsciente que no me molesto en analizar porque ni siquiera ha pasado por mi cabeza —simplemente ha salido de mi conciencia en forma de orden y no de pensamiento—, me aparto rápidamente de ella en cuanto siento cómo sus labios se amoldan a los míos sin darle apenas tiempo a hacer algún movimiento o a que se acerque a mí; no puedo hacer esto, es lo que menos necesito ahora mismo en mi estado actual. Y, aunque hubiera querido seguirle el beso por deseo o porque me hubiera apetecido realmente devolvérselo —sensación que no ha tenido lugar en mi interior durante el corto tiempo que ha durado nuestro intercambio, por llamarlo de alguna manera, ya que no ha llegado a ser un beso en sí— tampoco hubiera sido capaz de hacerlo ya que, en el preciso momento en que he sentido la presión de su boca sobre la mía, automáticamente April ha aparecido en mi mente; esto también ha sido la principal razón de que me haya separado veloz. Lo peor de todo no es el hecho de que el único pensamiento que no quería que volviese a mi cabeza y por el que precisamente estoy aquí, para que no se reprodujera de nuevo en mi mente, naciera de nuevo en mí a pesar de mis intentos por evitarlo, sino el cómo me miraba April en mi cabeza.

Su mirada era una mezcla de desilusión total hacia el hecho de que los labios de Laura estuvieran envolviendo los míos con ganas mientras ella se encontraba a kilómetros de mí y de una profunda decepción hacia mí, hacia mi persona... Joder, ni podía, ni puedo, ni podré, ni podría aguantar que sus ojos me observen con el brillo de la tristeza que tanto conozco gracias a todas las veces que la he visto explotar de rabia por la autoridad de sus padres respecto a su vida, cuando estos no comprendían a su hermano o, simplemente, cuando estaba triste por alguna razón; antes preferiría una bala que tener que ver eso, la decepción en los ojos de la persona que tan enamorado me tiene —enamorado como nunca pensé que estaría, como nunca pensé que alguien conseguiría tenerme así de idiota e imbécil a la vez— y que, a su vez, tan jodido está consiguiendo volverme por diferentes razones que parecen ser más y más cada vez que las pienso o las intento enumerar: es un sinfín que va a conseguir llevarme hasta mi fin. Apenas han sido unos segundos y se me han hecho eternamente dolorosos porque también podía escucharla recriminarme «¿en serio, Zayn?».

— Laura, no... No puedo —murmuro en voz baja pasándome la mano derecha por todo mi rostro sin ser capaz de clavar mis ojos en ella; no se merece la forma en qué he actuado al apartarme tan rápido como si hubiera visto a la muerte y tampoco se merece que yo le cree falsas ilusiones sobre lo que sea que quiera tener conmigo cuando todavía sigo atascado en April. 

Si esta situación me hubiera ocurrido antes —cuando aún no me había topado con April en aquella calle, la misma época de mi vida donde no sabía qué hacer ni adónde guiar mi vida y donde solo vivía por el día a día según se presentara—, le hubiera seguido el beso sin dudarlo ni un segundo aunque en mi mente tuviera a otra chica distinta o estuviera pensando en cualquier cosa menos en ella, pero ahora no. Quizá es por esto por lo que Laura me mira con evidente sorpresa, asombro y estupor que no podría evitar ni aunque se esforzara por relajar sus músculos faciales: se esperaba que reaccionara como lo hubiera hecho el viejo Zayn y no como el nuevo Zayn. Hasta yo mismo soy consciente de lo mucho que he cambiado, gracias a April mayormente, y, sinceramente, me siento más tranquilo, mejor conmigo mismo y más sereno con mi nueva forma de ser; la de antes solo era pura fachada para ocultar todo el dolor que me ha tocado sufrir y comenzaba a flaquear porque deseaba derribarla para poder ser cómo de verdad quería ser. Sin embargo, entiendo que a ella le haya chocado y no dé crédito.

— Lo siento, no debería haberlo hecho —se disculpa hablando con el mismo tono que yo, rompiendo el largo silencio que había recaído en nosotros; aunque no le esté dirigiendo mi mirada, puedo sentir cómo agacha su cabeza con evidente timidez mezclada con ligera vergüenza por lo que acaba de ocurrir. Esto es precisamente lo que no quería que ocurriera: no es su culpa, así que no debería estar así.

They » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora