Capítulo 14

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Aunque Ashley tenía intención de contarle a Nick lo que había sucedido con Pedro la noche anterior, no pudo hacerlo. El trabajo, que creía que iba a ser algo menor que la semana anterior, se había alargado, por lo que no pudo salir a comer con él.

_Ash, ¿vienes a comer con nosotros? – Dijo Isabella señalándose a sí misma y a Matt.

_No puedo. Tengo muchas cosas que hacer hoy. Tenía intención de ir con Nicky, pero no puedo.

_Anda que trina. Dice que muere de curiosidad por no sé qué de tu vecino. Y, lo cierto, es que nos la ha pegado un poquito.

_Ya os contaré, ya lo haré.

_Ni siquiera sabíamos que tenías un vecino. – Señaló Matt. – Le gustas, te gusta o ambas cosas. Queremos saber. Nosotros te contamos nuestras cosas...

_Este fin de semana quedamos y os cuento un poco. No es gran cosa, os lo aseguro. Asentemos un poco el trabajo y hablaremos de esto con calma.

Matt e Isabella sonrieron. Salieron de la oficina y se de la sucursal.

Ashley se quedó prácticamente sola en la oficina.

Como de costumbre, Nick y su amiga salieron a tarde del trabajo. Sin mediar palabra por el camino, regresaron a casa.

Nick quería someterle a un buen interrogatorio y ella lo sabía. De lo que él se olvidaba era de que ella también tenía varias preguntas que hacerle.

Entraron a casa y pusieron la mesa para cenar. La chica que tenían contratada para los quehaceres de la casa les había quedado la cena hecha. Iba conociendo la dinámica de aquella casa, las pocas horas que acostumbraban a pasar en ella.

_Bueno, Nicky, ¿Cuánto tiempo lleváis juntos Eddy y tú? ¿Cómo os conocisteis? ¿Dónde os visteis por primera vez? ¿El primer beso? ¿Y la primera noche de pasión desenfrenada?

_Se supone que soy yo el que debe preguntar.

Ashley le miró con desaprobación. Él sabía que ella sabía que estaba con un chico desde hacía algún tiempo. Puestos a empezar a intercambiar información, él debía comenzar.

_Nos conocimos en el banco. Quería tramitar un préstamo para montar una pastelería y le ayudé. Me pidió una cita y, bueno...

Muy típico de Nick. Siempre ha tenido facilidad para conocer gente nueva. Este era el caso más claro de aquello.

_¿Y la primera cita?

_Esa misma noche. Me llevó a cenar. El primer beso, unas noches después y la primera vez que me... bueno, eso fue anoche.

Ashley le miró extrañada. Las cosas habían ido demasiado lentas para lo que solía ser él.

_Parece que con él la situación es más seria que con otros chicos.

_No lo sé. Me gusta mucho y podría llegar a tener un enganche importante con él, pero, ya sabes. Lo mejor es ir paso a paso.

Nick daba vueltas a la comida. Sonreía cada vez que pensaba en Eddy, como si fuera un niño que se acababa de enamorar por primera vez.

Ashley permanecía en silencio. Ya había conseguido saber lo que quería sobre la vida amorosa de su amigo. Era consciente de que, si no abría la puerta, él empezaría a preguntar. Estaba ansiosa por contarle lo sucedido con el vecino, pero no sabía bien cómo comenzar aquello.

Dejando el plato de comida de lado, Nicky comenzó a preguntar.

_Ash, te toca. ¿Qué ha pasado con Pedro?

Ella se levantó y, con un gesto, hizo que su amigo le siguiera hasta el sofá. Una vez se pusieron cómodos, le contó lo que le sucedió el año pasado.

_Sabía que tarde o temprano pasaría algo parecido a esto.

_Nicky, no pasó nada.

_Vale, corrijo. Sabía que tarde o temprano casi pasaría algo parecido a esto. ¿Más contenta así.

Comentario muy en la línea de Nicky. Esta era la clase de cosas que él solía decir y que no quería escuchar.

Su rostro se endureció. Se sentía incómoda con las palabras de su amigo.

_No pongas esa cara, Ash. Sabes que estoy de broma. – La abrazó. - Vive un poco más la vida, hermana. Lo que tenga que ser, será.

_No sé si quiero exponerme de nuevo a...

_¿Al dolor? – Ella asintió. – Es normal que estés asustada. Si a mí me hubieran hecho lo mismo que a ti, yo estaría igual. Pero tienes que vivir la vida. Sé feliz día a día.

Como si de su pareja se tratara, Ashley puso su cabeza en el regazo de su amigo. Se descalzó y subió los pies al sofá.

_Tengo una razón de peso por la que deberías salir con Pedro.

Ash le miró. Se esperaba una tontería de peso. Su amigo había empezado con su retahíla de bromas.

_A ver. Sorpréndeme.

_Este año cumples treinta y un años y quiero sobrinos. Como sigas esperando me voy a quedar sin ellos.

_¡Nicky! ¿No tienes a nadie más a quien pedir sobrinos? No sé, quizás a los hermanos de Eddy.

_No, gracias. Prefiero pedírtelos a ti. A tus hijos les puedo enseñar a decir palabrotas con total confianza.

_Puede que a Pedro no le gustara.

Nicky, al escuchar eso, pensó en mandarle una pista de audio por WhatsApp a Pedro. Dijo:

«Escucha, Pedro. ¿a ti te importaría que le enseñe a decir palabras a cada cual más malsonantes a los hijos que tengas con Ash? Prometo no enseñarle... Demasiadas. Las justas para chinchar a mi amiga.»

El actor no podía creer que Nick le mandara un mensaje como aquel. No sabía cómo reaccionar.

Le contestó con un mensaje:

«¿Cómo?»

Ashley cogió su teléfono y le escribió:

«No le hagas ningún caso. Se está metiendo conmigo. Mandándote ese audio quería chincharme un poco.

No estoy pensando en nada de eso, ¡POR DÍOS!

Si no te importa, voy a darle una pequeña paliza.»

El amor de Pedro PascalWhere stories live. Discover now