Capítulo 16

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Por una vez, salieron del trabajo antes de la hora prevista.

Nada más llegar a casa, Ashley fue directa a la ducha. Quería quitarse el estrés del trabajo de todo el día antes de ir a casa del vecino.

Se puso un vestido azul de falda hasta las rodillas y mangas finas y largas, hasta las muñecas. Acompañaba unos zapatos de tacón bajo del mismo color del vestido. Se recogió el pelo en una coleta y se puso algo de maquillaje. Pedro nunca la había visto tan arreglada.

Las ratas fueron detrás de Ashley cuando vieron que volvía a salir de casa. echaban de menos a su dueña.

Pedro escuchó la puerta de su vecina cerrarse. Sabía que era hora de verla, de pasar un rato con ella.

Abrió su casa antes de que Ash tocara el timbre.

El corazón del actor empezó a palpitarle con rapidez. la miraba con la boca abierta, sin saber cómo reaccionar.

_Wow. Estás preciosa. – La alagó cuando consiguió reaccionar. – Pasa. Creo que hasta ahora no la has visto.

Edgar, a sentir el olor de Ash, se levantó del sillón donde estaba dormido y fue a saludarla.

_Edgar, corre a la habitación. – Ordenó. – Hoy la preciosa compañía de la vecina será solo para mí.

Pedro le enseñó el apartamento.

Era todo de color blanco, muy luminoso. Solo tenía los muebles necesarios para hacer su vida cómoda.

_He elegido varias películas. – Dijo Pedro señalándolas. Estaban encima de una mesita pequeña que tenía delante del sofá, que, a su vez, estaba frente a la televisión. – Elige una. Hay de todos los géneros. Tengo la pizza en el horno. Mi hermana me ha dado su receta. A sus niños les gusta mucho estas cosas. Espero que me haya salido tan bien como a ella.

Ashley eligió dos de las muchas películas que su vida tenía allí. Cuando el actor hubo puesto las pizzas encima de la mesa, le dio las películas que le habían llamado la atención.

_" Perdona si te llamo amor" y "El rito". Dos películas muy distintas.

_Lo sé. Soy una chica compleja.

_¿Has visto alguna?

_Las dos. Y me encantaron. "El rito", con lo sencilla que es, me da mucho más miedo que "El Exorcista".

_¿Empezamos a ver esa? Me gustaría verte asustada.

Pedro puso la película y se sentó al lado de su vecina. Le dio un trozo de pizza, probándola primero él.

_Te aconsejo no comerla. – Dijo él tras darle el primer bocado. – Está malísima.

Aun así, la probó.

_No está tan mala. Si es la primera que haces...

Pedro recogió la mala comida que había preparado. Encargó unas pizzas a domicilio.

_No voy a permitir que comas algo como eso. – Reía el actor bajo la mirada divertida de su invitada. – Tengo que cuidar bien a la que, sin duda, será la madre de mis hijos.

_¿Vemos la película?

Durante el film, Ashley no pudo evitar gritar. Se asustaba por todo, hasta de la sombra más pequeña.

Se abrazó a Pedro sin darse cuenta. Estaba tan ocupada en intentar no asustarse ni gritar, que no se daba cuenta de lo fuerte que se abrazaba a él. Él, protector, la estrechó entre sus brazos.

Estaban tan entretenidos viendo la película que no escucharon al repartidor de pizzas llamar a la puerta. Se olvidaron por completo de la cena.

La música del final de la película sonó. Solo entonces Ashley se dio cuenta de que se había abrazado con todas sus fuerzas a Pedro.

_Perdona. – Dijo apartándose de él. – No me he dado cuenta de que...

El actor volvió a acercarla a él.

_No importa. Me encanta que me abraces. – Le susurraba a dos centímetros de sus labios, sin atreverse a dar el paso a besarla.

Fue Ashley que, tras acariciar su cara, dio el paso.

Empezó siendo un tierno pico, dulce, corto.

Pedro jugaba con su pelo. Empezó a explorar todos los recovecos de la boca de aquella chica.

Su mano empezó a recorrer el muslo de Ashley. Lo acariciaba con paciencia, saboreando el tacto de su piel en su mano.

La falda del vestido subía a paso lento.

Ash no le detuvo. No tenía fuerzas o no quería. En ese momento no se lo planteaba. Estaba centrada en sentir cada caricia que el actor le daba, cada centímetro de los labios de aquel hombre.

Les sonó el timbre. En un principio, no le hicieron caso.

Quien fuera que estaba llamando a la puerta, no paraba de hacerlo, por lo que ambos salieron al pasillo.

Era Nick.

_Perdonad, chicos. – Estaba sulfurado. – Ash, es Elena. A esa rata le pasa algo. No sé qué hacer con ella.

El amor de Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora