Capítulo 5: Lazos de familia

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La llegada a Gusu se había retrasado un poco más de lo esperado. Y es que Wei Ying buscaba la excusa perfecta para distraerse en cualquier pueblo que pasasen. Al final, una vez en el Receso de Las Nubes, tal y como se había propuesto, Wei Ying se sujetó el brazo de su pareja mientras este sostenía a su cachorro. De esa manera ingresó campante hasta el interior del Receso de las Nubes. Como si no sintiera miedo, vergüenza o algún remordimiento, el ex patriarca sonreía sin ningún titubeo.

De inmediato, fueron interceptados por Lan Quiren y dos ancianos de la secta. La mirada del mayor pasaba del descarado esposo a la forma en como su sobrino le mantenía cerca.

—Tío, si debemos hablar que sea en privado. —Interrumpió Lan Zhan, al saber que su tío estaba a punto de perder el control.

Lan Quiren estuvo de acuerdo, aunque debió de morderse la lengua para no lanzar improperios al omega que abandonó a su sobrino. Wei Ying dejó a su cachorro al cuidado de Yuan y Jingyi. Aun tomado del brazo de su esposo, se dejó guiar hacia la sala de reuniones.

Todos los aprendices murmuraron, aun con la mirada baja, ante el espectáculo desarrollado. En sus habitaciones, algunos habían apostado a si el consorte sería perdonado o no. Viendo el aura protectora del segundo maestro se supo que no verían un castigo público muy probablemente.

En aquel momento, Lan Xichen aún permanecía en Gusu. Había removido cualquier deber para estar presente en la reunión que evidentemente se debía llevar a cabo. Se lo había prometido a su hermano; así pues, fue quien esperó a los restantes.

Su tío, tío-abuelo y el otro anciano de nivel superior los observaban serios. Estaban sobreentendidos que Xichen se pondría de parte de su hermano y cuñado. Aunque, tenían la esperanza de que el consorte recibiera al menos un castigo por avergonzar a su esposo.

—Tío, abuelo, anciano de la secta. Les agradezco permitirnos discutir el asunto en privado. —Dijo el menor de los jades con una reverencia de respeto a sus mayores.

—Veo, Wanji, que permites que tu esposo vuelva a tu hogar. —Habló serio el respetado tío abuelo de los jades. — Sabes que el abandono de un omega para con su alfa es una afrenta grave que debe ser castigado. De hecho, nadie te culparía si lo repudias y vuelves a casarte con alguien adecuado que sepa guiar a tus hijos.

Quiren pensó que fastidiaría a Wuxian con aquellas palabras, pero el joven omega seguía de lo más sonriente, incluso apresó melosamente el brazo de su pareja.

—Wei Ying...

Ver los ojos del segundo maestro arder de amor por Wei Ying, enfadó aún más a los ancianos. Si al menos, el joven omega no recibía un castigo, estaban seguros que volvería a hacer de sus travesuras y que no guiaría bien a los hijos del segundo jade, que, para ese momento, eran los únicos futuros maestros de la secta.

—Tío, fue un malentendido de parte de ambos. —Respondió el alfa menor.

—¿Cuál malentendido? Él me dijo claramente que te abandonaba.

—Mi esposo solo estaba ...jugando...

Wanji no supo encontrar la palabra correcta que exculpara a su esposo y que a la vez no tuviera que explicar los detalles de su vida conyugal. Quizás, para otros fuera difícil de entender las acciones traviesas de su esposo, pero para él fue una lección aprendida.

—El matrimonio no es un juego. Estoy seguro que solo buscaba humillarte.

—Tío, no es así de ninguna manera.

—No importa como sea. Si deseas que este omega vuelva contigo debe recibir un castigo. —Respondió tajante.

—No lo permitiré. —Aclaró en igual tono el menor. — Nadie puede castigarlo sin mi permiso— Como si tuvieran la tabla de castigo en mano, Lan Zhan desplegó su aura protectora para con su pareja.

PEQUEÑO MAESTRO LAN (Hiatus Indefinido) Where stories live. Discover now