PEQUEÑO MAESTRO LAN (Hiatus Indefinido)

Capítulo 16: Estadía en Muelle de Loto

Aunque, Wei Ying amaba su nuevo hogar, siempre mantendría un cariño especial por Muelle de Loto. Así que ni bien recibieron la carta de Xichen, se organizaron rápidamente para iniciar el viaje. Sin siquiera meditarlo demasiado, asumieron que llevarían a su cachorro con ellos. Después de todo, Lan Yu ya había hecho su primer viaje hace unos meses. Sin embargo, Qiren les dedicó una mirada intimidante por sacar al pequeño del Receso de las Nubes. Para él era demasiado pronto y el pequeño debería permanecer seguro dentro de su hogar. Inesperadamente, se ofreció a encargarse del niño, pero A-Yu no parecía estar dispuesto.

—Déjenme a A-Yu, lo cuidaré mientras entrenan a Sizhui y Jingyi.

Wei Ying tuvo que aguantar la risa cuando el pequeño le dio la espalda al tío abuelo para aferrarse a la túnica de su padre alfa. Lan Zhan tenía las orejas sonrojadas por haberle causaba perder cara a su tío, pero ese tipo de modelas no le importaban a A-Yu. El pequeño solo quería seguir estando en brazos de su padre o madre.

—Tío, creo que es mejor que lo llevemos.

El anciano aún conservaba una expresión sorprendida: Había sido rechazado como cuidador por el propio pequeño.

—Así es, tío Qiren, A-Yu aun toma leche de mí y me necesita. Pero, muchas gracias, por tu ofrecimiento. —Replicó Wei Ying con una sonrisa sincera.

La ceja de Qiren aun temblaba de indignación. Se giró dignamente y comenzó a caminar de regreso a su habitación.

—Hagan lo que quieran. —Espetó.

Sus discípulos lo siguieron observando a Wei Ying con cierto desaire. El omega solo encogió los hombros sin darle importancia. A esas alturas poco le importaba si a algunos discípulos no les agradaba; la mayoría lo espetaba y eso era suficiente. Cuando finalmente lo vio lejos, se soltó a reír estruendosamente.

—Por supuesto, mi bebé aun no puede vivir sin sus padres. —Murmuró luego de darle un besito en su frente.

Lan Zhan solo pudo asentir. El niño realmente lo tenía aferrado como si supiera las intenciones del tío de hacer que se quede.

Terminaron de organizar algunas pertenencias que llevarían consigo, sobre todo para el cachorro y se embarcaron para partir. Moverse con un pequeño no era tan fácil como simplemente tomar sus espadas, ya que necesitaban llevarle algunas pertenencias. Por eso marcharon con tiempo ni bien les llegó la carta y enviaron un mensaje con discípulo en espada para avisar su llegada.

El tránsito fue sencillo. Esta vez no hubo ningún incidente pues marchaban con una embarcación con el emblema de la secta Lan. No habría nadie que se atreviera a intentar hacerles daño.

Wei Ying tenía sostenido a su cachorro con un brazo mientras que con el otro acariciaba el agua fresca, la cual al caer de sus dedos emitía brillos, reflejando la luz solar. El niño río emocionado. Wei Ying besó su frente.

—Pronto llegaremos de Muelle de Loto Esta vez te enseñaré todos los lugares que más me gustan.

El alfa le observaba a detalle con una expresión amorosa y cálida.

—Además, posiblemente pronto tengas primos con los cuales jugar. —Bromeo.

—Wei Ying—Murmuró su nombre con un tono de regaño.

—No digo nada malo. Es lo natural. Nuestros hermanos están ocupados haciendo primitos para A-Yu

—¡Wei Ying!

El aludido se soltó a reír al ver la expresión indignada y las orejas rojas de su marido. Tenía su gracia hacerlo enojar de esa manera. La expresión agraviada de Lan Zhan parecía provenir de un santo puritano, pero el omega era testigo que su alfa no tenía anda de santo e inocente.