Capítulo uno

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Ignoré los mensajes y volví a mi casa, a la cual debería haber llegado hace como una hora. Pero la insoportable de Alice no había cerrado su horrible pico cuando el profesor Damon se lo sugirió y aquí nos encontrábamos toda la clase, saliendo tarde por su culpa.

Ahora estaba yo empapada por la lluvia que estaba cayendo ahora mismo y no tenía ni mi paraguas a mano. Hoy no dijeron que iba a llover, aun que cualquier cosa me espero del tan raro clima londinense.

No me juzguéis mal, amo la lluvia, pero hoy no es mi día.

Volvió a sonar el móvil.

Mamá:

¿Dónde crees que estás?

Yo:

Creo que estoy en la calle.

Mamá:

Vuelve enseguida si no quieres comerte la comida del perro.

Ay, pero cómo me quiere. Le escribí un ok y volví a caminar, esta vez más rápido. Aunque ahora que lo pienso... No tenemos perro.

Mi móvil volvió a sonar.

¡Le he dicho que ya iba!

Desconocido:

Te ves sexy con la camiseta mojada.

Esa no es mi madre. Dudo mucho que sea mi madre...

Miré alrededor mío, sin embargo no había nadie y ya había llegado a mi casa.

Entré despacio para no hacerme notar, pero al hacerlo tropecé con la alfombra y caí encima de la lámpara que había en la entrada, rompiéndola en miles de pedacitos. Genial, mi plan de ser ninja se ha ido al garete junto con la lámpara. Suspiro y por un segundo creo que mis padres no me han oído. Menos mal que era la que la abuela Aurora regaló a mi madre, que dice que le encanta, pero la odia porque es horrible. Pero a mi padre le encanta y mi preciosa madre tiene que fingir que le gusta la lámpara fea de su suegra.

Eso es amor.

― ¿Qué ha sido ese ruido? ―preguntó la voz de mi madre. Se acercó a mí, aún en el suelo y vio la ya-no-lámpara.

―Te juro que ha sido sin querer, mamá.

Me sonrió y pronunció un inaudible "gracias", al momento que su ceño se frunció y su semblante se hizo más enfadado:

—Stevens, vete a tu cuarto castigada por haber roto esta lámpara tan bonita que nos regaló tu abuela ―dijo mi apellido, señalando las escaleras que llevaban a mi habitación, justo cuando mi padre se puso a su lado.

Resoplé e hice caso.

―Tu hermano se va a llevar un castigo también por llegar así de tarde ―anunció mi padre.

***

Pero vamos a ver, no entiendo porque no le dice a papá que es lámpara es horrenda. Venga ya, tiene forma de pato. Y ahora yo, por hacerle un favor, me castiga.

Jamás entenderé a esta familia de locos.

El sonido de mi teléfono anunció que me habían llegado tres mensajes nuevos.

Ashley:

Quiero llorar, bailar, cantar, ver películas de amor y morir.

Desconocido:

¿Me vas a ignorar siempre?

Luke:

Distrae a mamá y a papá, porfa.

Me senté en la cama y decidí responder.

Yo a Ashley:

Tienes la regla, ¿verdad?

Yo a Luke:

Estoy castigada, te jodes. Ambos lo estamos.

Suspiré y le di al chat que tenía con Desconocido.

Yo a Desconocido:

Esta broma ya ha dejado de hacerme gracia.

Al instante recibí respuesta de mi amiga y del número que no tenía guardado.

Ashley:

No.

Esto es la matanza de Texas, te lo juro. Mentira, la película esa se queda corta a mi lado. ¡Me voy a morir desangrada!

Dile a Carter Jenkins que lo he amado desde que tuve conciencia. Ah, y a tu hermano también.

Desconocido:

Esto no es una broma.

¿Te he dicho alguna vez lo hermosa que eres?

Porque lo eres, joder.

Suspiré frustrada. Este chico es muy raro, por muchas cosas bonitas que me llegue a decir. ¿Y si es un pervertido? ¿Y si es el pervertido profesor de educación física? Ay, mamá, por favor.

Yo a Desconocido:

No quién eres. Por favor, deja de enviarme mensajes.

He dejado mi hábito de hablar con gente que no conozco.

Desconocido:

Puede que me conozcas, puede que no me conozcas.

Hoy estabas preciosa, por cierto.

Podrías contestar, no sé.

***

Capítulo editado el día 3 de Mayo de 2017. , por fin edito.

Muchísimas gracias por el apoyo que recibe a día de hoy Whatsapp, a pesar de haber pasado ya 2 o 3 años, chicas. Significáis mucho para mí.

Whatsapp (Niall Horan)Where stories live. Discover now