Extra #3

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Este tercer extra podría ser considerado parte de la historia original.

Extra #3: Son especiales para mí

Estábamos jugando a la mancha con Stiles y Scott. Era algo tonto considerando que éramos tres pero Stiles insistió. Ya ni sabía quién era la mancha, simplemente corríamos uno del otro. Hasta que Stiles gritó que era yo la mancha. Entonces corrí hacia Scott, quien había bajado su ritmo hasta casi caminar.

Le toqué la espalda en lleno y riendo le dije: — ¡Ahora eres tú la mancha, Scotty Doo!

Pero noté que Scott no reía ni decía nada. Estaba con la espalda curvada. Conozco a Scott desde mis cuatro años... Es decir... Espera, ya me va a salir, no soy muy buena con las cuentas mentales... Lo conozco hace... Hace cinco años. Sí, cinco años. Sé cuando hay algo mal con él.

—¿Scott? —volví a preguntar, sin la alegría de haberme quitado el título de "La mancha". Él no respondió, me empecé a asustar. Me acerqué a él, estaba respirando con dificultad—. ¿Scott?

—No... Puedo... Respirar... —dijo entrecortado. Alcé mis cejas y mis ojos se abrieron en par en par.

—Oh... ¡Stiles! —grité. Mi hermano estaba por ahí dando vueltas, escapándose de quien era la mancha. Pero cuando notó que dejamos de correr, se fue acercando lentamente—. ¡Scott necesita su inhalador!

—¡Lo tiene la maestra! —indicó mi hermano, excusándose de que él no lo tenía. Mi respiración se aceleró, me pongo nerviosa cuando a Scott le agarra un ataque de asma y no están ni papá ni mamá ni Melissa a nuestro lado. Estábamos en el colegio, solos porque era la hora del recreo.

Me giré hacia la banqueta que usualmente usan las maestras para sentarse y hablar. Pero no había nadie ahí, ¿a dónde se fueron? La respiración de Scott parecía empeorar.

—¡Stiles, haz algo! —grité asustada. Stiles movió las manos de un lado a otro, sabía que hacía eso cuando estaba pensando. Él era más inteligente que yo, él podía ayudar a Scott.

—Bien, de acuerdo... Sarah, quédate con Scott, yo buscaré a una maestra. —corrió en la dirección hacia la puerta.

Logré que Scott caminara con tranquilidad hacia la banqueta vacía de maestras. Se sentó, seguía respirando con dificultad. Parecía jadear por aire, como si se estuviera ahogando. Me daba miedo, ¿acaso iba a morir si no le traíamos a tiempo su inhalador?

Jugué con mis manos para evitar sentir el miedo de la situación. No sé cuánto tiempo pasó, tal vez cinco minutos o veinte, pero una maestra apareció con Stiles corriendo detrás de ella. Mi hermano se quitó el cabello de la cara, lo tenía casi igual de largo que el mío (eso hacía que muchos se confundieran conque ambos éramos nenes o nenas, pero era más sencillo para las bromas que hacíamos). La maestra le dio el inhalador a Scott, y sin mucha cortesía me quitó del medio para sentarse al lado de mi amigo. Le acarició la espalda y le dijo que todo estaría bien, que ya habían llamado a su madre.

—Éste fue un fuerte ataque de asma. —mencionó la maestra Ellen. Scott asintió. Tenía los ojos llorosos y parecía querer acurrucarse y llorar—. ¿Qué estaban haciendo? —su tono agradable cambió a ser uno más agresivo. Nos miró a Stiles y a mí.

—Estábamos jugando a la mancha... —dijo mi hermano, yo aún estaba jugando con mis dedos de la mano. Me mordí el labio incluso, tenía ganas de llorar.

Sobre Sarah StilinskiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt