Capítulo 1

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Probablemente mi vida sea todo un cliché, una chica común que apenas es visible para una persona que resulta ser su mejor amiga, una chica que vive enamorada en secreto del chico más guapo de la preparatoria que ni en sueños lograria tener algo con el. Pero así es como empieza esta historia.

Brian me toma por la cintura y se acerca cada vez más a mi, siento su aliento soplando mi oreja, me doy la vuelta para mirarlo, entonces esta a punto de besarme, pero el ruido de algún teléfono nos interrumpe el momento, trato de encontrarlo para poder seguir con Brian, pero pronto me doy cuenta que es la alarma de mi celular sonando.

Despierto un poco desanimada y enojada, por fin besaría a Brian, pero alguien me tenía que devolver a la realidad, mi triste y miserable realidad.

El celular sigue sonado en la mesita de noche, pero esta vez es Keyla, mi única y mejor amiga.

—¿Hola? –respondo al teléfono.

—¿Ya estas lista?

—Acabas de interrumpir el mejor momento entre Brian y yo.

—Otra vez imaginando cosas que nunca pasarán. –añade con tanta seriedad que aveces me sorprende lo cruel que puede ser.

—Si... Gracias por destruir mis ilusiones.

—Solo quería avisarte que en unos minutos pasó por ti, para irnos al instituto. –me limito a contestar con un simple "ok" y cuelgo la llamada.

Termino de alistarme, me pongo lo primero que veo en el armario, una simple falda lisa, blusa blanca y por supuesto no pueden faltar mis tenis blancos, el mismo look aburrido de cada dia. Para cuando terminó con todo, voy a la cocina a comer algo antes de que llegue Keyla.
 
Termino de prepar dos tostadas francesas para acompañar con mi café. Key esta por llegar y debería darme prisa a terminar la comida, pero es que es difícil ignorar lo bueno que me quedo el desayuno.
Total, no va a pasarle nada si espera unos minutos.

—Mama, te veo luego. –ella asiente y entonces voy a reunirme con Key, que ya está afuera esperando.
   
—Hola Cooper. –saluda con la mano mientras me acerco al coche.
   
—Hola. –sonrió

    Cuando llegamos a la primera persona que mis ojos encuentran es a Brian que esta en la entrada del instituto, va vestido como siempre. Unos pantalones de vestir ajustados, una camisa blanca de punto y unos zapatos negros. Es lo que me gusta de el siempre va perfectamente arreglado. Entonces me sonrojo al instante de solo estar pensando en el. Al ver la cara de Keyla que está con el ceño fruncido. Espero con todas mis ansias que no haya notado mi cara de tonta.
   
—Valla que te trae vuelta loca. –dice, se echa a reir y pongo los ojos en blanco.
   
—Será mejor que vallamos a clase. –sugiero, para no seguir soportando las burlas de keyla.

Asiente.
   
Talvez mi amiga tenga razón, talvez si estoy demasiado loca por el, pero es algo que simplemente no puedo evitar, una vez que alguien entra a mi corazón es difícil que salga. A menos que tenga una razón o que de pronto encuentre a alguien real.

Después de algunas clases de lo más aburridas llega el mejor momento de estar en el instituto, la hora del almuerzo.

—¿Vamos a la cafetería? Brian estará ahí. –suplico.
   
—Para que, si como siempre no le hablaras. –me reprende mientras frunce el ceño.
   
—Para ti es fácil decirlo, si estuvieras en mi lugar entenderías. –lloriqueo
   
—Estoy segura de que yo si le hablaría. –me reta
   
—Te demostraré que yo también puedo hablarle con facilidad. –afirmó, para luego dirigirnos a la cafetería donde se encontraba Brian.

DESPUÉS DE TI [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora