Capítulo 6

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El instituto estuvo cerrado el resto de la semana. Me quedé en el departamento la mayor parte del tiempo, con Ethan. Tan solo salí el miércoles para el ensayo y en esa ocasión vino Diana hasta el departamento a buscarme y se aseguró tanto de llevarme al teatro como de traerme. Ella se estaba tomando realmente en serio el trabajo de cuidarme. Fuera cual cuera el motivo jamás logré sacar mucha información de ella ya que también lo desconocía. Diana pasó por casa un par de veces, en esas ocasiones Ethan se encerraba en su dormitorio o casualmente tenía algo que hacer y salía.

No dudaba de que algo había entre ellos por más que él se resistía. Un espía y una criminal, eso parecía tan complicado como mi caso. Pero a pesar de los esfuerzos de Ethan por mostrar su desprecio y desagrado hacia ella y el modo descarado en que Diana se comportaba como... ¿Diana? Mi hermano no la había arrestado ni informado al Servicio Secreto sobre ella si era tan buscada como parecía. Eran extraños en ese sentido. Ella se jactaba que él no tenía pruebas para inculparla pero sabía que no era así, solo bastaba con ver su departamento.

Cam me llamó el viernes por la mañana para invitarme a salir. Ambas aún estábamos afectadas y conmocionadas por lo sucedido con David pero acepté. Necesitábamos esto, necesitábamos la normalidad y pretender que nada había sucedido. Fuimos a Oxford Street. Almorzamos en un bar allí y luego recorrimos las diferentes tiendas y compramos algunas cosas. Nos pusimos un poco al tanto con lo que había sucedido estos días.

Me detuve una vez frente a una joyería viendo que el collar exhibido era el mismo que le había visto a Diana. Por lo poco que había captado de sus conversaciones con mi hermano y lo que ella había dicho Diana falsificaba y luego intercambiaba sus creaciones por las originales. O las hacía pasar por originales y las vendía en millones. Fuera lo que fuera se trataba realmente de una criminal de primera clase.

—Ese es un precioso anillo —dijo Cam a mi lado.

—Me gusta más el brazalete —dije.

Cam desechó mi comentario diciendo que era un brazalete demasiado sencilla y sin valor. Nada más que una fina tira de brillantes cuyo precio no llegaba ni a cien libras lo cual era miserable comparado con el resto en exhibición. Continuamos caminando hasta que fue la tarde y simplemente dejé a Cam en Oxford Street y volví al departamento. Tan solo quería yacer en mi cama y escuchar música como si así todos mis problemas fueran a desaparecer.

De pronto mi vida parecía muy lejos de volver a ser normal. Un chico había muerto en el instituto luego que su hermano hubiera sido asesinado en la calle. Mi nueva amiga había resultado ser una ladrona de joyas y arte y cuya relación con mi hermano era bastante cuestionable. Jack estaba fuera, en alguna parte, y por alguna razón la había enviado a cuidarme. Necesitaba respuestas, quería respuestas pero al parecer no había ningún modo de obtenerlas a mi alcance.

Volví el sábado al mediodía luego de mis clases de galés e irlandés y me cambié para ir al teatro. No me sorprendió encontrar a Diana esperándome con su motocicleta, siempre dispuesta a llevarme. Ella me sonrió y yo acepté al no quedarme otra opción. Ella ya me había dado tantas respuestas como me involucraban (las cuales no eran muchas si considerabas que ni ella sabía el verdadero motivo por el que debía estar aquí.). Me sentía perdida, y confundida, pero tan solo me quedaba seguir adelante con mi vida.

Todo el elenco estaba reunido frente al escenario alrededor de Maurice. Esto no era normal o pasaba a menudo. Monsieur le directeur estaba en el centro con una pose estoica y orgullosa mientras su asistente sostenía un periódico entre sus manos y leía. La sección de espectáculos difícilmente llamaba mi atención por las mañanas pero al parecer esta había llamado la atención de Maurice este día.

No me sorprendió mientras escuchaba a la chica leer sin detenerse un artículo sobre el mismo Maurice. Varios críticos ya habían hablado con anterioridad de él y su gran trayectoria, sus éxitos, sus obras siempre con entradas agotadas. De hecho, era fácil encontrar tras bambalinas los artículos enmarcados y colgados.

Valentino (Pandora #2) **Disponible en físico y e-book**Where stories live. Discover now