Capítulo 12

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El tiempo se escurrió lentamente, me había equivocado tanto al creer recordar perfectamente cómo se sentía estar metida en este tipo de situaciones. La presión, la poca información, el Servicio Secreto esperando que cometiera un error para estar sobre mí. Al menos esta vez Ethan no estaba secuestrado también y, fuera de Victor y Sam, no había demasiadas bandas criminales tras lo mismo que yo. Al menos no que supiera. Probablemente aquello era lo que más me frustraba. ¿Estaba investigando dos asesinatos o algo mucho más importante detrás que podría poner en riesgo a muchos? No sabía qué podría haber provocado las muertes de David y su hermano.

Mi mente era un completo caos de preguntas y divagaciones sin sentido mientras observaba a Andy repetir sus líneas en escena. Él se estaba enfrentando posiblemente a uno de los mayores desafíos de su actuación. Tenía el monólogo final, la última palabra. Puck debía disculparse sin perder su picardía, sin romper el encanto. Frente a ojos inexpertos su interpretación era perfecta. Frente a mis ojos aún podía mejorar mucho más y él también lo sabía por lo que estaba frustrado. Frente a los ojos de Maurice, daba lástima y lo amenazaría de echarlo si no lo hacía mejor la próxima vez que se lo mostrara.

—¿Cuándo debes mostrarle el monólogo final a Maurice? —pregunté.

—No lo sé, él podría pedirlo en cualquier momento —dijo él—. ¿Qué? ¿A ti te dio fecha o algo así?

—Nunca pero tampoco he tenido la última palabra alguna vez —respondí—. Estás metido en el personaje pero al final, al momento de disculparte, lo pierdes y eres tú quien se disculpa. Es Puck quien se disculpa y no lo hace realmente.

—Maurice me destripará —dijo Andy—. Me echará de la obra y no puedo quedarme sin el teatro.

—Eres un excelente actor, no perderás el papel —dije—. Por favor. ¿Tienes idea de cuántos Romeos lo intentaron? Echó a todos, menos a ti, y te lo digo como actriz y no como tu amiga. Eres excelente. Fuiste excelente haciendo de Romeo y eres un perfecto Puck. Tú realmente te metes en el personaje y este en especial es un gran desafío para ti porque es exactamente lo contrario a tu personalidad pero aún así lograste darle vida. Tu problema está al final.

—¿Alguna idea de qué hacer? —preguntó él y golpee apenas mis labios con un dedo.

—Sí. Tienes que disculparte pero no realmente porque no te arrepientes, tú solo hiciste lo que querías y te divertiste. Ese es Puck. Debes disculparte como quien pide perdón después de robar un beso. ¿Entiendes? Lo haces porque sabes que no estuvo bien y es lo que se debe pero en realidad no te arrepientes para nada, lo disfrutaste y lo volverías a hacer.

—Maurice me arrancará la cabeza. ¿Y tú? ¿Cómo estás?

—Ya sabes, lo de siempre. Estoy entre dos hombres y el que amo no debería ser, estoy bajo amenaza de la autoridad y también peleada con mi amiga —dije simplemente.

—¿Cam te volvió a hablar luego de anoche? —preguntó Andy.

—Estoy hablando de Hermia.

—Lo sé. Y yo te estoy hablando de lo que sucedió anoche en la fiesta. ¿Qué fue eso?

—Demasiado largo y complicado de explicar.

Escuché el ruido en la entrada principal y giré la cabeza para ver. Andy miró hacia la puerta también, sorprendido. No sabía exactamente cuánto tiempo llevaba acudiendo en secreto al teatro pero al igual que él sabía que se suponía que nadie debía aparecer en este horario. Respiré profundamente para mantener la calma y una apariencia impasible. Aquí iba otra vez. Drake me había dicho que estaría aquí en trece minutos, le había tomado acudir doce minutos y cincuenta y tres segundos exactos de reloj. Tal vez debí haberle advertido a Andy pero era mejor así, si parecía que Drake había interrumpido algo y su aparición era inesperada.

Valentino (Pandora #2) **Disponible en físico y e-book**Where stories live. Discover now