Capítulo 10

21.7K 2.1K 551
                                    

—Le estás dando duro preciosa. ¿Qué sucede? ¿Tienes una cita a la cual asistir? Esto te dolerá todo el fin de semana, rubia.

Cuando se trata de una pelea, mi entrenador siempre es igual. Williams limpió la sangre de mi labio. Estúpida, ese golpe me había alcanzado y la mitad de mi rostro ardía por el dolor. De hecho, la mayoría de mi cuerpo ardía de dolor. Williams no mentía, esta pelea tendría sus secuelas a lo largo de los próximos días. Mi piel estaba cubierta y brillante de sudor bajo las sofocantes luces. Ok, esto no era para nada glamoroso. El ensordecedor público había quedado en un segundo plano, el golpe había tomado parte de mi audición aunque ya estaba acostumbrada a algo similar. Estaría como nueva cuando esto terminara y me diera una ducha.

Era viernes por la noche. Sí, su suponía que había fiesta en casa de Dominic esta noche. Y sí, había dicho que no iría. En vez de eso aquí estaba, esperando por el próximo round en un estado que no debía estar de lo mejor. Las apuestas no estaban a mi favor. Mi oponente era más alta, más grande y más fuerte. Ni siquiera estaba segura de si ella era de mi misma categoría. No importaba. Había perdido la noción del tiempo, no sabía cuánto tiempo llevaba peleando o qué hora era, solo sabía que deseaba acabar con esto.

Williams me hizo tragar media botella de agua, limpió el sudor de mi rostro y me dio unas fuertes palmadas en el hombro. El hombre confiaba en mí, no podía decepcionarlo. Habíamos estado entrenando para esta pelea desde que habíamos sabido. Yo misma había pasado más tiempo en el gimnasio por cuenta propia para prepararme. Podía hacerlo. ¿Cuántas veces ya había ganado una pelea estando en desventaja? Llevaba tiempo en esto, sabía cómo hacer. Había tenido mis vencidas y mis pérdidas, esta noche ganaría.

La campana sonó poniéndole fin a mi pequeño descanso. Estuve de pie y volví al centro del cuadrilátero. En el fondo podía escuchar los gritos del público. Miré a mi oponente, una morocha de último año y que hasta el momento no me había dado tregua. ¿Cuánto tiempo llevábamos en esto? ¿Cuántos rounds? No importaba, esto terminaría ahora.

El referí se acercó y dio por iniciado otro round. Mantuve mi defensa en alto todo el tiempo y aproveché cada oportunidad para golpear. Me agaché para evitar un gancho, ella no me volvería a golpear. Podía ser más baja y pequeña pero era más rápida y ágil y aquello dificultaba que mi oponente me alcanzara. Burlé todos los ataques de mi oponente y me deslicé lo suficientemente cerca. La golpee una vez. Dos veces. Tres veces. Ella me respondió un golpe que apenas logré evitar y continué atacándola. No le di tregua. No me detuve hasta que ella estuvo en el suelo.

Escuché los gritos de sorpresa de parte del público. Todo pareció completamente fuera de lugar mientras el referí se agachaba y contaba los segundos. Ya ambas habíamos estado en el suelo antes pero esta vez ella no se levantó. El hombre se puso de pie, tomó mi mano y la levantó para coronarme vencedora. Hubo aplausos, ovaciones, gritos de festejo y también de frustración para todos aquellos que habían apostado en mi contra. Era algo completamente diferente a lo que sucedía cuando interpretaba un rol en una obra. Genial, necesitaría maquillaje para cubrir los posibles moretones o Maurice me mataría.

Sonreí. Había ganado.

Me retiré a las duchas una vez que tuve la oportunidad y me mantuve varios segundos bajo el agua caliente limpiando sudor y suciedad además de un poco de sangre. Salí y me cambié rápidamente en el vestuario. La joven con la que había tenido el enfrentamiento pasó junto a mí luego de también haberse duchado y cambiado. Ella me sonrió y ambas nos saludamos. Una oponente justa y honesta. Lo había sido desde el primer instante que nos habíamos encontrado antes de subir al cuadrilátero, habíamos acordado que ganaría la mejor, y ahora ella me estaba felicitando y diciendo que entrenaría más y esperaba una revancha alguna vez. Ella casi había logrado dejarme inconsciente una vez. Aún así la prefería por mucho sobre otras personas. Prefería pelear con alguien físicamente pero saber que era honesta a todo lo contrario.

Valentino (Pandora #2) **Disponible en físico y e-book**Where stories live. Discover now