Una Nueva Integrante (Eddsworld y Tu)

« Capítulo 2 »

«El comienzo de MI historia no es muy alegre, principalmente como fue como termino. . . pero no es momento de sentirnos tristes por eso, lo del pasado queda en el pasado y hay que vivir el presente y soñar el futuro.»

En los oídos de ___ se podían oír como la leña era consumida por el fuego y fuerte calor por todo su cuerpo, -"¿Qué está pasando?"- fue lo que paso por su cabeza antes de despertarse de ese profundo y extraño "sueño".

Se incorporó poco a poco y abrió ambos ojos, mirando a su alrededor se percató que en donde se encontraba descansando tranquilamente no era su hogar.

La descripción del hogar era muy sencilla, tenía un sillón de uno y otro de tres, en donde se encontraba ella, una chimenea a la cual estaba encendida, 4 ventanas que daban al exterior, una habitación con puerta de madera y un pasillo que quien sabe a dónde conduciría.

-"¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi padre? O mejor aún. . . ¡¿Cómo fue que llegue acá?!"

-Oh, ya despertaste-

Una voz no reconocida por la pequeña fue la que interrumpió sus pensamientos a la cual la habían nublado por completo, lentamente giro su cabeza donde sé que escucho aquellas palabras, para así toparse con un chico aparentemente de 23 o 24 años de edad, cabello castaño, ojos cafés o marrones, camisa blanca, pantalones largos de color crema, botas no tan largas de color marrones y también llevaba una capa de color negra, muy parecida a la de ___.

El chico llevaba en sus manos una plata de comida, que rápidamente llamo la atención la pequeña, no solo por dé como lo había preparado sino porque ella tenía hambre.

-Me presento mi nombre es Edward Gould, pero me puedes llamar Edd -sonrió- Debes de tener hambre, así que te prepare esto –dijo al poner el plato de comida en la mesa- Espero que te guste-

- . . . –

-Oye, ¿estás bien?

-No. . . No estoy bien, ¡Esto no está bien! -grito alterada- ¡En primer lugar! ¡¿Por qué me trajiste acá?! ¡En segundo lugar! ¡Ni creas que voy a comer eso, de seguro tiene veneno! ¡Y por último! ¡¡QUIERO VOLVER CON MI PADRE!!

-Oye, tranquilízate. Numero: Te traje aquí cuando te encontré detrás de un arbusto con varias heridas y raspones, aunque mi gato Ringo te encontró. Numero dos: Si te hubiera querido matar, ¿no crees que no estaría hablando contigo en este preciso momento? Y por último: No sé dónde está tu padre o tú pueblo -aclaro- Además, solo estoy siendo amigable, no es para que me grites por dé como actué-

-P-Perdón, es que esto estoy un poco asustada, ya que te pareces uno de las brujas. . .

-En realidad si soy uno de ellos. . .

-¿Que. . .?

-Como ya te dije, soy uno de ellos. . . pero, no del todo-

-¿A qué te refieres?

-Digamos que algunos monstros o demonios, como ustedes nos llaman, matan a los humanos en el instante, algunos le ponen pruebas para así pasar el rato y otros, como yo, nos hacemos amigos de ello o los dejamos huir-

-Entonces. . . ¿Me dejaras ir?

-Por supuesto, pero primero tienes que curarte del todo –aclaro- ya que no puedes salir así, serias presa fácil para los demás-

-Y por casualidad, ¿Sabes dónde está mi aldea?

-Ya te lo dije, no sé dónde está -se cruzó de brazos- Me gustaría también sabes donde se van todos los humanos después de que sus casas y cultivos fuesen atacados –desvió la mirada- Pero no hay que pensar en eso, mejor come tu comida-