El vicio de mi vida

Capitulo 1 ♡

- Un vestido rojo.
- Zapatos dorados.
- Un carro negro.
- Nuevos cuadernos de dibujo.

Eso es lo que pensaba mientras hacia la lista necesaria en mis sueños, en todo aquello que quiero recibir el día de mi cumpleaños, aunque aún falta demasiado, pero que más da, el tiempo va que vuela.

Mi nombre es Samantha, tengo 17 años, estoy en el 5to semestre de preparatoria, mido 1.62 y vivo con mi mamá en los angeles, California.   

Mi mamá es chef y tiene un restaurante de muy buen gusto basándose en comida francesa, algo que no entiendo es porque no herede el buen sazón de mi madre, soy pésima en eso, por esa razón lo único que hago y se hacer es disfrutar de sus comidas. Bueno por otro lado hay algo que de verdad me gusta hacer, es dibujar y digo ¡De verdad! porque como ya mencioné no me gusta cocinar o literalmente no soy buena, eso sí...  dibujar es mi pasión, punto positivo para mí.

- ¡Sam levántate! - dijo mi madre a gritos fuera de mi habitación o quizá subiendo las escaleras.

- Ahorita - dije con la boca tapada por la almohada ya que me encontraba boca abajo.

- ¡Pues ahorita, es ahorita! - grito mi madre a todo pulmón abriendo la puerta de mi habitación.

- Aish, es domingo madre, solo a nosotros se nos ocurre levantarnos a las 6 de la mañana - dije mientras la miraba de reojo y tratando de levantarme. Ella solo me lanzó una mirada de "Ni se te ocurra dormirte".

Me levanté, tome la toalla y me adentre al baño para ducharme, sabía que el día de hoy mi madre tenía invitados especiales en su restaurante y como es domingo tendría que ir con ella porque hoy no hay colegió, le mencioné que podía quedarme en casa pero ella se negó diciendo que prefiere verme estar haya aunque sea viendo los comerciales o presentaciones de las pantallas de su restaurante.

¡¡¡¡¿Saben lo aburrido que es?!!!!

Es como si estuviera en la sala de espera de un hospital.
El chiste es que de tanto verlos ya siento que dominó los nombres e ingredientes de cada platillo que aparece en esas visualizaciones.

Terminé de ducharme, tome la toalla y la enrollé en mi cuerpo dándome cuenta que olvide otra toalla, si como dije otra.

Suelo utilizar dos, una para el cuerpo y otra para mí cabeza, ya saben no quieres arriesgar tu pellejo al resbalarte con el piso mojado por la gotas que caen de tu cabello. Entonces tuve que quitarme la toalla ya puesta para secarme el cabello primero antes de salir seguido de volver a colocarmela.
Me dirigí a la televisión y la encendí sin cambiar de canal, al parecer estaba en uno de música, caminé hacia mi closet a escoger lo que usaría el día de hoy.

-¿Qué debería de llevar? - me dije a mi misma. Saque un vestido amarillo el cual me llegaba arriba de las rodillas colocándolo únicamente encima de mi cuerpo viéndome al espejo, no me veía mal, tomé un sostén y una braga del mismo color.
Dicho esto creo que tengo que explicar, pues verán soy aficionada a la moda, creo de ahí proviene el cariño a la colección de ropa de todos los colores, tipos, tamaños, etc.

Terminé de vestirme y fui a mi tocador, decidí optar por una coleta alta algo desbaratada, coloque un poco de maquillaje y listo. Me di cuenta de la hora y si que ya era algo tarde.
Lo sé soy lenta., por último antes de salir de mi habitación tendí mi cama y tomé un bolso negro.