Recuerdo que un día fuimos al veterinario, hicieron tu historial médico o eso dice la tarjeta, te pusieron tus vacunas, ese día fue muy cómico; el veterinario estaba a casi la misma distancia del mercado pero aunque hasta cierto punto era el mismo camino en algún momento se separaban para llegar al destino; te llevamos en un bolso, estabas muy inquieto, tenía miedo a que un perro te hiciera algo, tu maullabas en la calle eso no ayudo mucho.
Luego de caminar un buen rato llegamos, entramos y vi a muchos otros animalitos, fue extraño porque nunca había entrado a la tienda. Esperamos y entonces un veterinario nos atendió, escribió algo en una cartilla pequeña, nos preguntó tu nombre le dijimos que era "Princh", tuvimos que deletrearlo. Escribió en raza "criollo" yo leí tigrillo. Puso en sexo "macho", mi mamá y yo nos sorprendimos mucho porque ya habíamos aceptado que eras hembra, nos reímos por un buen rato, se nos fue complicado llamarte solo "Princh" o "el Princh" porque antes eras "la Princh". Se lo dije a mi amigo y no me creyó.
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