41. let's talk about...

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Por fin, después de una larga madrugada escuchando todo lo que Mina tenía que decirle a las chicas, Jeongyeon logró persuadirla para que durmiera. La castaña sonrió torpemente cuando deslizó la rana –el peluche favorito de su mejor amiga– bajo el brazo de la pelinegra. Tomando una última foto para luego poder usarla como chantaje salió de la habitación y se dirigió a la cocina donde todas estaban sentadas alrededor de la mesa.

— Conociéndola, dormirá hasta mediodía.

— ¿Cómo la viste? — Preguntó Jihyo.

— Estará bien. — Respondió la castaña, y al ver que ninguna parecía convencida de sus palabras sonrió mirando en dirección del pasillo. — Desde ahora lo estará. Ya no tiene al señor Myoui tras ella todo el tiempo.

— ¿Y qué hará, Jeongie? — Momo se levantó solo para abrazar a su novia por la cintura y apoyar su mentón sobre el hombro ajeno.

— No sé, Mina siempre es impredecible. — Jeongyeon se quedó quieta imaginando todo lo que faltaba de ahora en adelante, pero ignorándolo por el momento, lo único que le importaba era el bienestar de su mejor amiga. — Será mejor que la dejemos descansar. Regresaré en la tarde, es mejor que nos vayamos ahora.

— ¿Dejarla sola? ¿Y con el monstruo de su padre todavía fuera? — Nayeon alzó ambas cejas incrédula a la idea de la castaña. — No sé tú, pero no confío en él.

— Tiene razón. — Chaeyoung se levantó y con una sonrisa traviesa dirigida a todas –excepto a la pelirrosa– caminó alrededor del pequeño espacio. — No podemos dejarla sola, es por eso que Nayeon unnie se quedará hasta que despierte y la cuidará.

— ¡Bien dicho! Yo tengo una prueba y no puedo quedarme por mucho. — Dijo Jihyo entendiendo a la perfección la idea que la menor intentaba transmitirles.

— Yo una exposición. — Esta vez Chaeyoung buscó una excusa.

— Y...y... y nosotras tenemos que darnos amor. — Completó Momo haciendo que su novia se atragantara con su propia saliva y empezara a toser exageradamente.

— No, no, sé lo que intentan y...

— ¡Bueno! Nos vemos, unnie. — Chaeyoung dio palmaditas a la espalda de la pelirrosa y escapó de ahí seguida de Jihyo.

— Jeong. — Pidió la mayor a la única que podía ayudarla.

— Ahm, no es necesario que te quedes. — Dijo ganándose una mirada asesina por parte de su novia y dos amigas que estaban ya cerca de la puerta principal. — Quiero decir, es tu decisión. Nosotras nos iremos ahora, tú puedes hacerlo también mientras Mina duerme y así no se dará cuenta. — Se giró y jaló consigo a Momo, haciendo una señal con su mano en forma despedida añadió: — Elige lo que sea más cómodo para ti.

Nayeon quiso hablar en su defensa, recalcar que sus amigas habían tenido una pésima actuación e idea, pero la puerta cerrándose frente a sus ojos la hizo juntar sus labios y apretar su mandíbula. Tontas. Eso era lo que pensaba de esas cuatro chicas, ¿cómo podían hacer eso sabiendo que a unos kilómetros se encontraba WooJin esperando por ella para acompañarla a su primera clase?

Cerró sus ojos y caminó hasta el sofá hasta dejarse caer sobre este.

— Tiene razón...— Empezó a hablar consigo misma. —... no es necesario que me quede. — Se levantó, luego se sentó, se volvió a levantar y finalmente se sentó, dirigiendo su mirada al casi oscuro pasillo que daba a la habitación de Mina. — Es lo que debería de hacer... no es buena idea y yo...— Su atención fue captada por un cuadro muy bien acomodado sobre uno de los muebles de madera, tragó saliva y se acercó para poder tomarlo entre sus manos. Todo un remolino cargado de recuerdos atacó su mente. Mordió su labio inferior al reconocerse en una foto junto a Mina, ambas sonreían a la cámara mientras la menor la abrazaba por la cintura. "Esta la tomó Jihyo." Inevitablemente sonrió por un par de segundos antes de suspirar derrotada y dejar el cuadro en su lugar para volver a la comodidad del sofá.

↳ Greedy ┇ MinaYeon - G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora