cero.

3.5K 128 5
                                    

"Miraba sus ojos y solo pensaba en cómo se sentiría poder mirarlos toda la vida"

—Dale Ami, venite un ratititito— dijo Manuel del otro lado de la línea, su voz no estaba encendida como siempre, parecía que de encerio necesitaba que vaya.
—Manu pero mañana hay cole, y siempre que voy a tu casa me quedo hasta tarde—le dije tratando de no ir, aunque parezca de mala amiga, pero me rompía el corazón verlo llorar por Atenea; si, era su "novia" pero solo lo boludeaba.
— Bueno te traes tus cosas y nos vamos de acá pero daaaaale— dijo como un niño chiquito.
— Está bien, abrime en quince— le dije aceptando.
Manuel vivía al frente de mi casa, siempre habíamos sido amigos, nuestras familias se conocían desde antes, entonces mis padres siempre me dejaban ir a su casa o que él venga a la mía.
Agarre mi uniforme, las cosas de las materias que tendría mañana y un par de cosas más y me fui a la casa de Manuel, no sin antes avisarles a mis papas y tener la aprobación de ellos.
Toque el timbre repetidas veces hasta que me abre un replik frotándose los ojos; se había quedado dormido.
— Hola, ¿no?— dije haciéndome la enojada.
— mmmh—dijo confundido— ahhh hola mi vida— me dijo abrazándome— te extrañé y tengo que contarte una maravillosa idea que tuve— dijo.
— Manuel te vi ayer— dije riéndome.
— Es verdad— dijo poniendo la mano en el mentón simulando pensar— bueno pasa—dijo y se abrió.
Entre a su casa y dejé mis cosas en el sillón, después de eso nos pusimos a hablar.
— Bebo te escuché muy mal— le dije— ¿pasó algo?— cuestioné
— Ella... lo volvió a hacer Ami— dijo con los ojos cristalizados— pero yo se que va a cambiar y que vamos a poder estar juntos algún día, ¿o no?— dijo mirándome con un brillo hermoso en sus ojos. Y yo mientras no entendía como él podía seguir amándola después de todo lo que le hizo.
— Eso lo va a delimitar el destino— digo acariando su pelo— pero ahora veni— le señale su cama— acostarte y veamos un par de películas— le dije.
El se acosto a mi lado y me abrazo muy fuerte mientras lloraba.
Ay Manuel, como me duele que llores por una persona que no te valora, y más me duele que no te des cuenta que me traes loca.
Y después de que se le haya pasado empezó a molestar devuelta, por suerte estaba sonriendo, lo que más amo que haga.

favores; ReplikWhere stories live. Discover now