Capitulo 29: "La respuesta a tu pregunta"

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El viaje fue tranquilo, ambos miraban por la ventana. Ninguno habló en grandes cantidades; solo conversaban sobre el trabajo que ocupaba Val con Liam, y de el que tenía Harry en una panadería en uno de los puestos del mercado junto a su tío. “Es un gran hombre, algún día te lo presentaré” –Soltó Harry. Aunque al parecer él no se veía muy feliz porque la

 morocha compartiera tiempo con Liam, Harry entendió que era algo importante para Valerie. Por ello, hizo caso omiso de todo lo que involucrara entrometerse de nuevo en su relación con el castaño.

-Llegamos. –Exclamó Harry mientras aparcaba el auto en una de las calles cercanas al puente. Lo primero que harían sería ir a la plaza que estaba a unas dos cuadras de allí, para luego pasear por el puente.

-¡Es hermoso este parque Harry! –Vociferó Valerie mientras veía atentamente cada pequeño árbol del parque. El pasto se sentía fresco a través de sus sandalias, y el aire del verano se asomaba salvajemente por sus rostros. Se miraron unos instantes y se sonrieron.

-…Creo, creo que será mejor que estiremos la manta. –Murmuró mientras sacaba la manta cuadrille de la canasta. Se le notaba nerviosa, y lo estaba. Pensar que apenas pasaron unas veinticuatro horas del –prácticamente odio- al amor.

-Si. –Río nerviosamente para luego ayudar a la morocha con la manta. Aunque ya hubiera estado básicamente sobre el suelo, Harry insistió en ayudarla.

De la canasta sacaron dos vasos plásticos, el vino, y un par de trozos del cerdo con frutas secas; hasta la fruta que más tarde comerían.

-Dime una cosa Harry, el otro día vi en nuestro libro de Italiano una frase muy extraña. –El muchacho se estremeció y luego alzó sus brillantes ojos verdes. Miró intensamente a la jovencita para terminar sonrojándose hasta las orejas. –Supongo que eso lo responde todo. –Suspiró Val. Lo volvió a mirar, y sonrió. Esa sonrisa pasó de ser tierna y dulce, para finalmente estallar en una carcajada que ambos compartieron.

-Tenías que darte cuenta tu sola Val. Digamos que soy muy mal actor.

-Pero igualmente disimulaste muy bien. O será porque soy muy torpe que no me dí cuenta. –Interrumpió Valerie mientras Harry enfocaba su vista en los ojos de ella. Ahora eran de un color miel intenso, que brillaban con el sol. Se veía radiante en cada aspecto, Harry volvió a sonreír. Era como la sexta vez que lo hacía en el día.

*Narra Valerie*

Todo parecía tan hermoso, tan perfecto. Ambos reíamos, y parecíamos una pareja de dos enamorados… ¿Pareja? ¿Enamorados? A decir verdad, Harry jamás me había pedido ser su enamorada, siquiera su amante. Entonces, ¿Por qué me hacía ilusiones? Si, podía quererme, podía amarme, pero ¿qué sentido tenía si no somos algo más que dos personas que sienten una gran atracción el uno por el otro? Esto se volvía confuso e irritante.

-Entonces, tu tío tiene una panadería. Dime Harry ¿Tus padres? –Un gran silencio se formó. Alcé mi barbilla, estaba acostada en su regazo, apoyados contra un gran tronco. Pude notar como algunos de los músculos de su cara se tensaban ¿Había dicho algo malo?

-Pues… Mis padres se separaron cuando tenía siete. Yo vivía con mi madre, pero un día cuando yo volvía del instituto llamaron. En ese entonces yo vivía en Londres, Holmes Chapel. En fin, era un llamado de un hospital cercano… dijeron que mi madre había sufrido de una depresión. –Murmuró Harry con tono serio y cansado. Sus ojos verdes por un instante dejaron de brillar.

-Y… ¿Ella murió? –‘Estúpida’ ¡Una persona no debe hacer esas preguntas! Harry comenzó a acariciar mi mejilla, me sonrió.

-No, ella no murió. Luego de que le dieran de alta, mi madre decidió mudarse a un sitio más tranquilo. Así fue como acabamos en Venecia. Claro que ella ahora se dedica a hacer relaciones públicas y pues, bueno, yo debo mantener la renta. Por eso decidí ponerme a trabajar con mi tío en su panadería. –Sentenció él. 

Se lo veía tan pacífico y tan calmado. Una lágrima rodó por mi mejilla, en ese instante pensé ‘Si hubiera tenido a alguien como él en mi vida, seguramente ahora todo sería diferente’. Harry posó una mirada de tristeza para luego secar mi lágrima.

Dear DairyOù les histoires vivent. Découvrez maintenant