Dear Dairy

Dear Dairy - Epilogo [Final de la Historia]

*Tres años más tarde...*

-¡Mi amor se nos hace tarde! -Exclamó Louis mientras agarraba a Lottie por la cintura para evitar que se tropezara. Su panza ya comenzaba a tener más forma; la colorada la miró y sonrió.

-¿Cómo la llamaremos? Sabes, eh pensado en Alice. -Exclamó mientras la tocaba. Ella sentía que sería niña, y a Lou no le agradaba mucho la idea de tener que lidiar con tantos novios; aunque estaría feliz solo con tener a Lottie y a su hija a su lado.

-Aún queda tiempo para eso, pero si no nos apuramos llegaremos tarde. -Exclamó Louis mientras la subía al auto con la mayor delicadeza posible. Charl comenzó a reír, y Louis solo se sonrojaba.

-Yo, Harold Edward Styles acepto como esposa a Valerie Cook, para amarla y respetarla, tanto en la salud como en la enfemedad, en la pobreza y en la riqueza, hasta que la muerte nos separe. -Exclamó el castaño mientras ubicaba el dorado anillo en el dedo de la morocha. Esta sonrió enbobada e imitó la acción de su ahora marido.

-Puede besar a la novia. -Exclamó feliz el cura mientras Harry se acercaba para besarla efusivamente. La morocha rió mientras salieron corriendo de la iglesia Veneciana.

Todos los invitados parecían contentos, e incluso su hijo de ahora dos pequeños años aplaudía. Apenas balbuceaba cosas inintelegibles, pero su corazón se llenó de regocijo cuando supo que tendría un hijo de Harry; ambos se emocionaron.

-M-mamá. -Exclamó el pequeño. Una lágrima cayó por su ojo, y Harry puso una sonrisa similar a la del gato sonriente de Alicia en el País de las maravillas.

-¡Harry! ¡¿Lo escuchaste?! -Exclamó la morocha mientras reía entre llantos. Los invitados sonrieron felices ante la nueva palabra adquirida por el bebé.

-¡Losé! Liam es un niño inteligente. -Sonrió mientras los ojos de Valerie se volvían a aguar. Llamarlo Liam había sido decisión del padre, aunque ella no había desencordado mucho ¿Que mejor nombre que el de aquel que les había llevado tanta felicidad?

-Val, tengo algo para tí. -Exclamó Lottie mientras sacaba de su cartera el diario rosa y gastado de la morocha.

-Wow, no escribo desde hace una eternidad. -Murmuró mientras le quitaba algo del polvo esparcido y abría la tapa. Todo lo que había sucedido en tan solo tres años... tan solo quedaba una hoja. -... ¿Tienes pluma? -Lottie sonrió y sacó la pluma Colombus de Valerie, ella sonrió.

Se sentó suavemente en una de las mesas. Harry sostenía a Liam mientras saludaba y recibía las bendiciones de cada uno de los invitados. La pluma que ella tanto amaba se apoyó sobre la última página como si estuviese preparándose para ello toda su vida.

"Querido Liam Payne:

Sinceramente, esta nota va dedicada a tí. Tú haz traído tanta felicidad a mi vida, que no podría agradecerte lo suficiente. Luego de comprender la magía de este Diario, y de lo importante que significa para mí, comprendí por fin lo que es tener amor.

Un hogar no es necesariamente una casa, llena de personas. Es tan solo un lugar al cual perteneces. Yo encontré mi hogar aquí, en Venecia, y gracias a tí lo eh hecho. Me guíaste, incluso cuando no te conocía.

Harry es el amor de mi vida. El pequeño Liam lo es también. Gracias por todo lo que haz hecho por mi. Sinceramente no encuentro palabras para describir la felicidad que siento en este momento.

Por siempre tu amiga, Valerie"

Una lágrima corrió un poco la hoja, y Harry me abrazó por detras.

-¿Sabes que lo que siento por tí está fuera de este mundo verdad? 

-Harry, nuestro amor fue gracias al deseo de una estrella fugaz. Gracias a la poder de una niña de quince años. -Exclamé mientras secaba mis lágrimas con cuidado de no correr el maquillaje.

-¿Dónde está esa dama? Quisiera darle las gracias. Me ah acercado a tí. Y eso lo agradesco intensamente. -Exclamó con voz tierna y ronca. -Aunque quisiera sacarte ese vestido y acerte mía. -Mis mejillas se ruborizaron y Liam aplaudió.

-¿Que opinas de esto para el inicio de mi libro? Querido Diario, mi deseo se cumplió.

-FIN-