Día 12

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Después de terminar, compartí salón con una de tus amigas, así que ella fue mi única confidente. Pero cuánto me equivoqué al confiar en ella, me equivoqué en llamarla amiga. Ése recuerdo aún me pone enferma. Sentirme sola, como antes. Se acabaron las salidas, los trabajos en equipo, las anécdotas graciosas, las críticas públicas, los "pasaré por un café". Me siento tremendamente mal al recordar que pude haber tenido algo bueno, algo duradero. Ver que en las películas la gente que más se reúne, son los amigos de Preparatoria. Nunca fui a ninguna fiesta que se celebró, y no me arrepiento, pero es una de las cosas que tuve que hacer mínimo una vez. 

Me arrepiento de no haber sido más fuerte. Así al menos podría haber demostrado que me encontraba perfectamente. Así al menos podría no haberme caído de bruces a sus pies. A los de nadie. Pero fallé. Me vieron derrotada y débil. Cualquiera a quien yo le había caído mal. Hice algunas enemigas por defender a alguien a quien sólo no le importé al final. 

Creo que cuando uno se siente sólo necesita la compañía de sus amigos, para reponerse, pero en algunos momentos sentí que no tenía a nadie. 

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