Día 18

257 9 0
                                    

Llegó el día. Ese aburrido día de la ceremonia en el que cada alumno pasaba por su diploma. Escuchar el nombre de las personas a las que alguna vez les hablé, otras que pensaba que realmente serían importantes, se me clavaban en el pecho. Cuando escuché tu precioso nombre, no pude evitar levantar la cabeza como un resorte para ver cuán guapo te mirabas con ese traje. Tu forma de caminar, la forma en que sonreías y estrechabas feliz la mano del director. La mirada que les lanzaste a tus padres, y ellos te la devolvieron, orgullosos. Te seguí con la mirada hasta que volviste a tomar asiento, sólo esperaba que nadie me hubiera visto mirándote a hurtadillas. Pero no podía evitarlo. 

Después de que se terminara la fastidiosa ceremonia, me despedí de los compañeros con los que compartí curso, claro que los extrañaría, pero nunca fueron mis amigos, sólo unas buenas personas con las que compartí el camino. 

Lamentablemente. 

365Donde viven las historias. Descúbrelo ahora