Día 17

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En un abrir y cerrar de ojos, me encontraba con el birrete puesto frente a una cámara y una media sonrisa completamente fingida. Me pregunto cómo fui capaz de llegar hasta aquí. Creí que iba a ser una más de esas rezagadas, pero sinceramente me negaba a repetir algún curso, más por flojera que otra cosa. 

Una vez en mi cama, me sumergí de nuevo en la tristeza que llevaba conmigo desde tu partida. Me puse a pensar desde el primer día que pisé esa escuela hasta los pocos días que me quedaban para disfrutar a mis pocos amigos. Creo que son unos 5. Si, muy pocos. 

Han sucedido tantas cosas buenas y malas, otras vivencias fueron más divertidas que otras, pero bueno, es lo que hay. Me acuerdo las primeras clases a las que no entraba y me iba al parque con las 4 amigas con las que compartía curso, y que actualmente sigo conservando. 

El parque tenía un poco de mala fama, pero cuántos momentos graciosos compartimos ahí. Y también unos más tristes. 

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