⓿❸

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Al día siguiente salió el sol, y JungKook lo llevó a la ciudad más próxima para comprar despensa

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Al día siguiente salió el sol, y JungKook lo llevó a la ciudad más próxima para comprar despensa. Se dirigieron a una gran tienda y al pasar por uno de los pasillos, JiMin vió una caja de chocolates que se veían bastante apetitosos.

—Mira Jeon.— sonrió tomando la caja entre sus pequeñas manos para acercarla a su novio.— Se ven muy ricos ¿Verdad?

—Déjalos ahí JiMin.— bufó sin siquiera mirarlo.— Haz subido de peso últimamente, deberías dejar de comer tantos dulces.

—No he subido tanto.— aclaró  inseguro mirando su pancita.

—No los compraré.— dijo como respuesta final y siguió avanzando con el carrito entre los pasillos.

JiMin suspiró alejándose de su novio y se dedicó a pasear por la tienda y a contemplar unos trajecitos de bebé que lucían bastante adorables. Lástima que no podían tener bebés.

—¿JiMin? Ah, aquí estás. ¿Dónde diablos te habías metido?— se quejó el mayor con el ceño fruncido en cuando lo encontró.— Te he estado buscando.

—Me secuestraron unos extraterrestres.—respondió dejando en su lugar un mameluco que había tomado antes.— Pero me escapé.

—No me hace gracia.— respondió molesto JungKook.— ¿A qué viniste aquí? ¿Hay algo que quieras llevar?

—No.— respondió tajante.— Ya quiero regresar a casa.

—No te entiendo, primero quieres salir, luego quieres volver... Realmente no te entiendo.

JiMin no contestó nada, solamente se dirigió hacia las cajas para pagar y poder irse de una buena vez.

Cuando regresaban a casa en el coche, JiMin preguntó:

—¿Qué hay en el piso vacío?

—No lo sé. Supongo que nada.

—¿Crees que se podría entrar en él desde nuestra casa?

—No, a menos que puedas atravesar los ladrillos.

Llegaron a casa al atardecer. El sol brillaba, pero el día era frío.Dejaron las bolsas sobre la encimera de la cocina y cuando JungKook empezó a buscar el pan, se dió cuenta de que lo habían olvidado.

—Carajo... Olvidamos comprar pan. Creo que debería ir por él antes de que se haga más tarde. —dijo JungKook suspirando pesadamente.— ¿Quieres venir?

—No —respondió caminando sin ganas hacia las escaleras.

—Bueno, pero luego no te quejes.— mascullo JungKook y se marchó. Pero regresó al cabo de unos segundos, tomó su billetera y las llaves del coche, y volvió a marcharse.

JiMin estaba aburrido, aún no había internet en la casa y la señal era horrible, así que se adentró al despacho de su novio y echó un vistazo al libro que estaba escribiendo JungKook sobre una pareja que peleaba constantemente, se engañaban, se insultaban y al final hacían las paces y vivían felices para siempre.

LA PUERTA SECRETA.Where stories live. Discover now