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Diez años más tarde, una pareja con una niña se mudaron al departamento vacío en el palacio rosa.

La primer semana, solamente se dedicaron a acomodar algunos muebles y demás, pero a pesar de que la niña era bastante curiosa y juguetona, sus padres no le hacían caso por estar todo el día trabajando, así que la chiquilla decidió explorar sola cada rincón de su nuevo hogar.

—¡Hey! ¿Quién eres tú?— le habló a una muñeca de trapo que encontró en uno de los cajones de los viejos muebles que pertenecían a la casa. — Wow, esto es increíble.— murmuró al ver que dicha muñeca era muy parecida a ella, incluso traía una ropa muy similar pero esta tenía botones cocidos en lugar de ojos.— ¡Mamá! ¡Papá!— gritó mientras corría con la muñeca en manos para mostrarsela a sus padres.— ¡Miren lo que me encontré!

—Ah si, qué bonito.— respondió su madre sin siquiera mirarla. Sus ojos jamás abandonaron la pantalla de su laptop.

—¡Mamá no estás mirando!

—Por favor Maddie, estoy ocupada.

La niña hizo un puchero y al ver que su madre no le prestaba atención, decidió ir a visitar la oficina de su padre.

—Papá, mira lo que encontré.

—Genial.— respondió secamente e igualmente sin mirarla.

La niña rodó los ojos y mejor se fue a su habitación para jugar con su nueva muñeca de trapo.

—Creo que tú eres la única que me escucha en ésta casa.— se quejó abrazándola fuerte.— ¡Oye! ¡Juguemos al té!— exclamó feliz y se puso de pie para ir por unas pequeñas tazas de porcelana.— Sé que ésto te gustará y...

Las palabras de la niña se interrumpieron cuando al volver, la muñeca de trapo ya no estaba en el lugar que la dejó.

—¿En dónde estás pequeña yo?

Bajó las escaleras y buscó en los pasillos y dentro de las habitaciones pero no la encontró, hasta que finalmente llegó al salón y allí, detrás de un mueble, el cuerpo de la muñeca se encontraba asomado.

—Aquí estás.— exclamó feliz, restándole importancia al hecho de que la muñeca haya llegado sola hasta allí.— ¿Cómo llegaste acá, eh?— le preguntó como si esta le fuera a responder.

La niña se agachó para tomar a la muñeca, pero al hacerlo, algo captó su atención.

—¿Pero qué es eso?— se preguntó y finalmente con mucha dificultad logró separar un poco el mueble y fue en ese momento que descubrió una puerta negra más pequeña que las demás.— Me pregunto a dónde lleva.

Acercó su mano a la perilla y deseando que no tuviera llave, la giró.

Por suerte, la perilla giró fácilmente y la puerta se abrió, dejando escapar una ráfaga de viento que le mandó escalofríos.

Los ojos de la pequeña se abrieron de sobremanera al ver que un pasillo muy colorido se extendía y llegaba a otra puerta al otro lado. Una sonrisa se instaló en sus labios y volteó hacia atrás para asegurarse de que ninguno de sus padres la viera.

—¿Quieres ir conmigo?— le preguntó a la muñeca mientras la tomaba de la mano y comenzaba a caminar por aquel pasillo. Al abrir la otra puerta, se decepcionó al ver que era como si hubiera caminando en círculos, pues el lugar era idéntico.— Vaya, yo pensé que sería algo emocionante.

—¿Maddie?— una voz aguda que probino de la cocina le llamó la atención.

Con curiosidad, la niña avanzó lentamente y al llegar a dicho sitio, se quedó inmóvil en la entrada, pues allí, de pie, dos hombres la esperaban con una sonrisa en los labios. Ambos parecían muy felices, pero la niña sintió temor al ver que poseían dos botones negros en lugar de ojos.

—Bienvenida pequeña.— habló un chico de cabellos azules que sostenía un pastel.— Hice ésto para ti, espero que te guste el chocolate.

—¿Q-Quiénes son ustedes?— preguntó la niña retrocediendo.

—Pues somos tus otros padres.— respondió el hombre de cabello azabache mientras abrazaba tiernamente al otro hombre.

—¿M-Mis otros padres?

—Así es.— respondieron al unísono y sonrieron ampliamente.— Ahora que estas aquí, nuestra familia está completa.

—Ah... Pero... Yo en realidad...

Sin acabar de decir sus palabras, la niña se dió la vuelta con rapidez y comenzó a correr de nuevo a la puerta, pero al buscarla, la puerta ya no estaba.

—¡Ayuda!— gritó al ver que la pareja se acercaba a ella con pasos lentos y detrás de ellos, tres hombres con trajes brillantes aparecieron junto con un hombre alto de sombrero acompañado por ratas y un chico que sostenía en sus brazos un gato negro.

Bienvenida Maddie.— dijeron todos al unísono con sonrisas amplias y escalofriantes mientras se acercaban mirándole con aquellos ojos de botón.

Los gritos de la niña inundaron el ambiente y en el fondo, nuevamente la canción de las ratas se escuchó.

La puerta cruje, ten cuidado,
En un susurro llaman tu nombre,
nunca jamás abras la puerta secreta.
Avanza lento porque en la oscuridad están las manos de los otros padres  en busca de sus hijos, pronto serás capturado y jamás saldrás de aquí.

...

Los padres de Maddie la buscaron por días completos, pero ella jamás apareció y el departamento volvió a quedar vacío luego de un tiempo.

Todo permaneció en silencio y solo, pero la muñeca se quedó allí, esperando ser encontrada por otra niña o niño para guiarlo al otro mundo, en donde los otros padres estaban ansiosos por ellos para completar su familia.

Así que si un día encuentras una muñeca de trapo idéntica a ti, ten cuidado porque los otros padres te miran a través de sus ojos y si caes en la trampa y entras a la puerta, jamás volverás a salir.



































Bueno, bueno, finalmente hemos llegado al final de esta historia. De verdad espero que les haya gustado.

Les agradezco mucho que la hayan leído y que hayan esperado por las actualizaciones.

Lxs amo demasiado, espero que nos leamos en otra historia. Próximamente el cadáver de la novia jajaja ok no... ¿O si?

Bueno, yo me despido Chimis, bye bye 😘😘😘😘

Bueno, yo me despido Chimis, bye bye 😘😘😘😘

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LA PUERTA SECRETA.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin