LA PUERTA SECRETA.

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La noche finalmente había caído cuando JungKook volvió a casa. Con pasos lentos caminó por la cocina y se recargó en el fregadero.

—¡JiMin ya volví!— gritó fuertemente, sin embargo no obtuvo respuesta y aquello lo hizo suspirar más fuerte.

Se sentía muy mal por todo lo que había estado haciendo las últimas semanas. Ver a HoSeok a escondidas fue divertido un tiempo, pero ahora su conciencia le repetía que era un desgraciado.

—¡JiMin!— lo volvió a llamar. Esa noche estaba dispuesto a decirle toda la verdad a su novio y enfrentaría las consecuencias. Si JiMin lo perdonaba, se juró que jamás volvería a cometer una estupidez tan grande, pero si JiMin decidía terminar con todo, él no iba a oponerse tampoco, después de todo se lo merecía.— ¿JiMin?

El silencio de la casa era abrumador e incluso el frío de afuera había logrado colarse. JungKook frunció el ceño y comenzó a caminar por los pasillos y cuartos de la casa en busca de su novio. Lo llamó una y otra vez, pero el chico no respondía nada, así que buscó en el último lugar posible: el salón.

—¿JiMin?— encendió la luz y recorrió con la mirada todo el sitio, hasta que vió algo.— JiMin... JiM....

Su rostro se deformó en una mueca de completo horror, cuando vió a su novio recargado en aquella pared de ladrillos tras la puerta. El sonido de las bisagras rechinaba y pronto un fuerte grito abandonó los labios del azabache.

JiMin estaba allí, sentado, con la cabeza un poco inclinada viendo hacia el frente. En su mano llena de sangre, sostenía una aguja con hilo negro y en sus ojos tenía cocidos dos botones negros que incluso parecían brillar. Debajo de ellos, hilos e hilos de sangre escurrían por sus mejillas creando un pequeño charco en el suelo y lo más escalofriante fue la sonrisa que tenía dibujada en los labios. Parecía feliz.

Un mes más tarde, JungKook había terminado de empacar sus cosas y estaba listo para irse de aquella casa.

Todos los vecinos, incluyendo a HoSeok estaban fuera solamente mirándolo con lástima. Cuando sus ojos chocaron con los del chico de cabello de arcoiris, se llenaron de lágrimas y rápidamente desvió la mirada, no quería verlo más y tampoco quería que lo vieran en ese estado, por eso se apresuró a meter con más rapidez las cosas a su auto.

Ojeras adornaban sus ojos y su rostro delgado y pálido le hacía lucir bastante demacrado. El último mes no había podido dormir debido a que aquella imagen de su novio lo atormentaba siempre en sus pesadillas y ya no podía soportarlo más.

Según lo que le dijeron luego de haberse llevado a JiMin, fue que lo más probable, era que tenía problemas mentales y sufría de alucinaciones, eso explicaría todas aquellas cosas que le contó sobre la puerta secreta y ese increíble mundo al otro lado. Tal vez JiMin solamente veía lo que quería ver, quizá imaginaba todas aquellas cosas que deseaba y que le hacían falta a su vida. Era un mundo perfecto para él y quería quedarse allí, por eso hizo lo que hizo y JungKook se sintió demasiado culpable, por no haberle puesto la suficiente atención, por no estar para él, por no haber notado que tenía problemas y simplemente tomarlo de loco. Él pudo haberlo evitado, pero no lo hizo y ya era muy tarde. JiMin estaba muerto.

Cerró la puerta de su vehículo y una vez listo, arrancó sin mirar atrás. No quería volver a saber nada más de aquel sitio.

El departamento en el palacio rosa nuevamente se quedó solo, pero cuando una ráfaga de viento se coló por una ventana levemente abierta, la puerta secreta otra vez se abrió y tras aquella pared de ladrillos, un canto de vocecitas agudas se escuchó:

—La puerta cruje, ten cuidado,
En un susurro llama tu nombre,
nunca jamás abras la puerta secreta.
Avanza lento porque en la oscuridad está la mano del monstruo en busca de su presa, pronto serás capturado y después... Devorado.

Todo en aquella casa se oscureció y el sonido de murmullos lograba escucharse si prestabas atención.

Una silueta negra avanzó lentamente por las paredes y pronto se encontró con otra en la penumbra.

—Ahora estaremos juntos para siempre...

—Juntos para siempre...

—Algun día seremos una familia completa, mi amor.

Las sobras desaparecieron y la puerta secreta se azotó fuertemente creando eco entre aquellas vacías paredes. El monstruo encontró el amor que tanto había buscado por años en cada uno de los huéspedes de aquella casa. Pero aún quería más. Quería tener una familia.

Hola bebés ¿Qué les pareció el capítulo?

Sé que fue algo corto y de verdad siento que acabará así, tal vez no les haya gustado, pero eso lo tenía planeado desde que inició la historia.

Aún falta el epílogo y para quienes pensaban que el otro JungKook había manipulado el mundo real, no fue así, él no hizo nada, JungKook si lo engañó y solamente el alma de JiMin se quedó en el otro mundo, con el otro JungKook que en realidad si lo quería.

Otra cosa que quizá no entiendan, es porque el cuerpo de JiMin estaba allí. Eso fue porque era una manera de castigar a su novio. Era una manera de crearle un trauma y poderlo atormentar debido a lo que le hizo.

De verdad me gustaría saber su opinión.

Lxs amo.