Cebollita

26. ☄

— No iré a una reunión familiar nunca más, sólo voy para pasar vergüenza, bueno, hasta que nazca.

— Amor, fue divertido.

— ¡Ja! Fue divertido para ti porque tú no eras la burla.

— No eras la burla, todos estaban muy felices por nosotros, por el bebé.

— Tsk, ¿a costa de quién? Yo. O sea, no piensan en que también tengo sentimientos. No sabes las ganas que tuve de tirar el pastel al suelo, o patear la parrilla donde estaba la barbacoa únicamente para joder a todos, incluyéndote.

— Pero tu tampoco hubieses comido nada.

— ¿Para qué te tengo entonces?

Jimin frunció el rostro haciendo un mohín con los labios, decidió ignorar a Yoongi y concentrarse en conducir, sin quitar su rostro de ofendido.

— Oye, no te pongas así, es la verdad. Además el embarazado soy yo, no te hagas la víctima.

— Amor, sabes que estaré para ti, pero algunas cosas no están bien, como por ejemplo tener ganas de patear parrillas, eso no es bueno para los dos, ambos pueden lastimarse.

— No lo hice, no lastimé a mi hijo, agradece.

Al llegar a la casa ambos se fueron a bañarse y ponerse el pijama para dormir. Acostados en la cama, con Yoongi acariciando el cabello de Jimin, mientras él dibujaba figuras sobre su vientre.

— ¿Cuándo es nuestra próxima cita con el doctor?

— Dentro de tres días, cuando cumpla las veintiocho semanas.

— Dios, dentro de unas diez semanas más y ya estará llorando a todo pulmón.

— Y yo podré vengarme.

— ¿Qué vas a hacerme?

Yoongi ladeó su cabeza hacia él con una sonrisa maliciosa. 

— Voy a atar tus manos y pies por los extremos de la cama, voy a hacerte suplicar.

— Definitivamente voy a estar deseando eso.

— Podemos intentarlo ahora, no tengo el vientre tan hinchado.

— ¿Estás dispuesto?

— Ambos decimos que sí.

— ¡Oye, no incluyas a mi bebé en cosas sexuales!

— Pero no puedo sacarme el vientre, va a tener que estar presente. Además ni va a recordarse, alarmes Jimin.

Se sentó sobre el colchón y se inclinó para dejar besos sobre el rostro de Yoongi.

— Seamos suaves por hoy, — susurró cerca de los labios ajenos.

— Todo lo que quieras amor, — sucedió cerrando los ojos.