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C u a r e n t a

La segunda etapa importante en la vida de Min Yoongi y Park Jimin; la crianza de una pequeña Cebollita.

— ¿Y cómo va a llamarse?

— Estoy pensando seriamente llamarlo Mintae.

Yoongi siseó e intentó lanzar su zapato a Jimin, pero no podía doblarse, ni tampoco tenía zapatos, tenía el bebé en su regazo, pero tampoco era tan extremista.

— Ni al revés, ni al derecho, ya deja de joder, yo tengo un nombre, se lo voy a poner porque yo gané la apuesta y la cría salió de mí.

Triste, Jimin cruzó sus brazos y le dedicó su dedo corazón derecho a su novio.

— Woo, —balbuceó Hoseok—, entonces sí es cierto que las parejas se pegan sus manías.

— No te creía capaz de hacer eso, — habló Namjoon.

El acusado estaba colorado como un bebé recién salido del horno.

— ¿Estás diciendo indirectamente que soy una mala influencia para Jimin?

— ¡No! Solo que, ya sabes, algunas manías tuyas se le pegaron.

- Ajá, él no puede aprender sólo que levantar ese dedo es de mala educación, —murmuró Yoongi sarcásticamente.

— ¿Cuándo sales de aquí?  —preguntó Taehyung para desviar el tema.

— Han pasado como miles de años, aproximando, unos cuatro días, entonces mañana saldré.

— Ya quiero salir de aquí, siento que voy a perder la cabeza aquí.

Al día siguiente Yoongi estaba como una mariposa con sus alas altas al salir de la clínica. Su bebé estaba en los brazos de Jimin, mientras él estiraba sus brazos sintiéndose entre raro y bien, por la ausencia de Cebollita dentro de su vientre. Sus amigos lo observaban divertidos.

— ¿Qué miran? No pueden ponerse en mi lugar así que no jodan.

Le echó un ojo al bebé que dormía plácidamente en los brazos de su padre, a Jimin se le había olvidado traer el carrito.

Al llegar a su casa despertó al bebé para darle de comer y para que se adaptara a la vida diurna.

— Me rompe el corazón que llore, —admitió Jimin observando desesperado al bebé.

— A mí también, pero es por su bien.

— Es tan pequeño, —habló Taehyung tan conmocionado, como si no hubiese visto a un bebé en su vida.

— Creo que quieres un bebé, —se dirigió a él Seokjin.

- Jin, - Namjoon lo detuvo-, no digas esas cosas que asustas a Jungkook.

— Perdón, perdón, —murmuró suspirando y rodando los ojos dramáticamente.

— Si quieren pueden mudarse a la habitación de invitados para que convivan con nosotros en carne lo que se siente tener a un mini humanoide, —propuso Yoongi.

— Hyung, con esas cosas no se juegan, —contestó Jungkook asustado.

— Yo le dije eso mismo a Jimin aquél día en que decidí cambiar de posición, estábamos desnudos y yo le dij... -

— ¡Hyung que lindo jarrón es por favor parece ser de la India!


CebollitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora