[Día 3]

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RyeoWook había nacido en un pueblo pequeño en Incheon, Corea del Sur. Teniendo aun a sus padres con vida, siendo hijo único. Ayudaba a su padre y eso lo ponía en un nivel inferior. Nunca jugo con los niños de su edad.

En la época de su juventud, los jóvenes del pueblo lo habían dejado de lado como si su juventud no fuera igual a la de los otros. Vivió un poco de bulliyng por el simple hecho de ser "gordito". Había pasado la adolescencia viendo como los de más se emparejaban, paseaban, se divertían yendo a fiestas. Pero él no había vivido nada de eso. Era un chico común dentro de su especie en la que solo él formaba parte. No podía mirar a la gente a los ojos, ni entablar una conversación normal. Para la mayoría de la gente era raro, a RyeoWook no le molestaba ya que asi era como se sentía.

Un día, había decidido participar en un concurso llamado ChinChin Festival, y por consiguiente al aparecer en ese concurso demostrando su talento, fue descubierto por la SM dándole paso a una nueva vida como ídolo, debutando con solo dos meses siendo aprendiz de esta misma. RyeoWook sabia que había tenido suerte, pero no por ello dejaba de ensayar, prácticamente lo hacia el doble. Claro que aun seguía siendo gordito, se decía a si mismo que no era una buena imagen para una estrella, asi que por consiguiente decidió hacer una dieta extrema. Meses y meses pasaron que Kim RyeoWook se había convertido en otra persona completamente diferente, aquel "patito feo" había desparecido, dándole paso a un hermoso cisne, es decir a un chico hermoso. Tenia todo, pero aun teniéndolo todo sentía que estaba incompleto.


La luna se reflejaba en aquella laguna donde se encontraba sentado en el pasto, había buscado un lugar refugiado para ver, escuchar y sentir el correr del agua. Estaba sumergido en sus pensamientos, su soledad demostraba vergüenza, pues cada día que pasaba lo pensaba mas, lo imaginaba, quería saber de sus días. Convertía sus días en cobardía, pues no era sincero con su gran amigo Cho Kyuhyun acerca de sus sentimientos.

"Puedo escuchar los latidos de mi corazón. No puedo contener la emoción que tengo al verlo. Solo quisiera llevarme, perderme en sus ojos, quedarme cerca de él, sentir sus labios, sus manos acariciándome y que susurrara mi nombre, no pido nada mas que solo pueda amarme como lo amo a él". pensó Ryeowook

RyeoWook se sintió más solo y triste que nunca, se marcho de aquel lugar para volver al apartamento.

Las horas de nuevo habían pasado rápido para Kyuhyun eran mas de las 9 de la noche y RyeoWook aun no volvía al apartamento.

"Donde diablos estará"

—¿Y si le marco?, no, no, eso no se vería bien de mi parte—susurro volviendo a ponerle play al video juego—pero somos amigos, no creo que lo tome a mal—se encogió de hombros poniendo esta vez pause al juego—y si no me contesta?—situó play una vez mas— ¡Demonios, odio estar en un dilema!—coloco pause al video juego. Se levanto de golpe, se puso aquellas pantuflas de gamer y se dirigió abrir la puerta, cuando se lo encontró.— RyeoWook— menciono Kyuhyun. Cruzaron miradas por unos instantes. Para RyeoWook al verlo le hacia tanto bien, aun en la distancia.—gracias al cielo estas con bien—lo estrecho entre sus brazos nervioso, soltando un pequeño suspiro—creí que te había pasado algo grave. ¿estas bien?—pregunto mirandolo a los ojos

—Si lo estoy — contesto RyeoWook— y ahora mas que nunca

Kyuhyun lo miro curioso y al instante apareció una sonrisa en su rostro— lo dices porque estas entre mis brazos, cierto?

"¿Como lo supiste, soy tan obvio?". pensó RyeoWook

—Estoy en lo cierto, verdad?— pregunto de nuevo Kyuhyun, sacando a RyeoWook de sus pensamientos

Veinte NochesWhere stories live. Discover now