Érase un sueño.

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Estaba perdido en algún lugar inimaginable, podía sentir la arena bajo mis pies y la brisa posada en mi cara. Jamás había estado en un lugar como este, por el mismo motivo nunca había experimentado esta sensación tan increíble.

Escuche sollozos, y si yo estuviera en mis cinco sentidos lo más probable es que hubiera huido lo más rápido posible. Pero en este caso, sin previo aviso, mi cuerpo avanzó hacia aquel ruido misterioso.

Lo primero que vi fue una joven de espaldas llorando, o lo que suponía que eran sollozos. Era la imagen más terrorífica que jamás había visto. ¿Te imaginas estar en una playa desierta en medio de la noche y encontrarte a una joven que viste con un vestido algo viejo, claramente no muy cuidado y que para acabar esté llorando? Entonces no sería el único que estaría muerto de miedo.

"Disculpa, eh... ¿Te encuentras bien?" Consigo formular y de repente los sollozos cesan. "¿Necesitas ayuda?" insisto. Ella solo guarda silencio y yo estoy demasiado intrigado en ella que no pienso rendirme hasta que consiga que la misteriosa chica que esta de espaldas frente a mí me hable o al menos me insulte por no respetar su privacidad y dejar que siga llorando.

"Tú no deberías estar aquí." interrumpe mis pensamientos. "Nadie debería estar aquí, ¿Sabes?" Demanda y trago saliva. Su voz es como si fuera de algún ser celestial pero al mismo tiempo se siente como si fuera un demonio que ha sido desterrado y está en busca de su verdadero destino, simplemente como un niño que se ha escapado de casa y ya no sabe cómo volver. Y fue ahí cuando me di cuenta que quería averiguar qué era lo que la mortificaba, esos demonios que la aterraban, y quería protegerla. Era un sentimiento que quemaba mi pecho y que quería explotar dentro de mí. Pero sobretodo quería ver quien era, quería que volteara y me diera la cara y saber a lo que me enfrento.

Ignore sus sentencias y recordé donde estaba, o mejor dicho, recordé que no tenía la menor idea de donde me encontraba. "¿Sabes...? ¿Sabes dónde estamos? "

Ella respiro profundo y dijo "¿No sabes dónde estás?"

Negué y luego me di cuenta que ella no me miraba.

"No. Mucho menos sé cómo llegue aquí"

Gruño y luego negó. "Demonios" susurro por lo bajo. "Tienes que despertar"

"¿Qué?" "¿Cómo?"

"¡Qué despiertes!" Exigió desesperada y encarándome. Estaba a punto de mirar su cara, y de repente...

Desperté.

Once upon a dream.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora