001

67.7K 3.4K 1.1K
                                    

Cuando entré al departamento lo primero que sentí fue como algo chocaba contra mí y luego caía de espalda al suelo. Mi espalda y cabeza sonaron contra el piso haciéndome quejar de dolor.

Vaya manera de comenzar el día.

—¿Dónde estabas?—cuestionó Emily.

La miré y suspiré. Aquella chica, que se encontraba arriba mío como si fuera una simple pluma posada sobre mi pecho, era mi compañera de departamento actualmente pero también mi mejor amiga desde que tengo uso de razón. Emily Lancoste, fue mi vecina antes de que decidiéramos mudarnos juntas. A mi lado, es alta, comparado con que no llegó a medir un metro sesenta. Su pelo es castaño oscuro, ojos color miel y un cuerpo tonificado. En Febrero cumplirá los dieciocho. Es extrovertida, dice las cosas de frente sin importarle quien seas, pero es una buena amiga.

—En el gimnasio Mils. Me estás matando, ¡Muévete!

—Estoy cómoda a decir verdad.

Dejó caer todo se peso sobre mi cuerpo y podía sentir algunos de huesos clavarse en mí.

—Emily, te haré sufrir.

—Ya rugió la fiera.

Emily se paró y estiró su mano para ayudar a levantarme, acepté su mano y dejé que hiciera el mayor esfuerzo al levantarme dejando todo mi cuerpo flojo.

—Podrías colaborar, no eres liviana.

—Lo hago a propósito.

Soltó mis manos y volví a caer dándome la cabeza contra el piso.

—¡Maldición!

Emily ya estaba en la cocina comiendo cuando entré. Me preparé algo para comer mientras la miraba como me sonreía.

—¿Por qué estás tan sonriente?

—¡Te conseguí trabajo!

—¡¿Qué?!

Me atraganté con los cereales que estaba comiendo, empecé a toser y parte de la leche salió por mi nariz. Asqueroso, lo sé.

Tomé el primer trapo que encontré y me limpie la boca y nariz mientras Emily hacía caras de asco. Podía sentir ese sabor extraño en mi boca. Odiaba cuando pasaba eso.

—Tú pusiste un anuncio como niñera...

—Sí.

—Bueno, llamaron por el anuncio. Supuestamente es urgente, necesitan que empieces hoy mismo. Así que, como no tienes nada que hacer, acepté.

—¿Pediste algún dato?

—Sé que se llama Liz—se encogió de hombros—. ¿Necesitabas saber algo más?

—¡Emily!

La mataré. En serio, lo haré.

—¡Lo siento! Pero, ahí no termina el asunto...tienes que mudarte.

—¿A qué te refieres con mudarme?

—Bueno, mudarte. Irte de aquí, vivir en otra parte.

—Ya sé lo que es mudarse imbécil. Pero, ¿Por qué?

—Por tu trabajo, vivirás allí.

—Oh Dios...te mataré. No sé nada..no sé quiénes son, para quién trabajaré, cuántos son...mira si...si son, ¡Violadores! ¡O incluso asesinos! ¡O secuestradores! ¡Emily! ¿Me estás escuchando?

—Dejé de hacerlo cuando comenzaste a dramatizar.

—Púdrete.

Sonrió y se encogió de hombros nuevamente. Miró el reloj y luego a mi.

Niñera de 5 Seconds Of SummerWhere stories live. Discover now