🇬🇷 Mitología Griega 🇬🇷 - La enciclopedia de la mitología griega - 3ª Edición

PELEO

Πηλεύς / Πηλέας

Príncipe de Egina

Rey de Ftía

HISTORIA

Hijo de Éaco y de Endeide, reyes de los mirmidones de Egina, nieto por vía paterna de Zeus y de Egina mientras que por vía materna era nieto de Escirón y de Cariclo. Participó en el asesinato de su hermanastro Foco junto con su hermano Telamón, ya que dicho hermanastro destacaba en las competiciones. Cuando fueron descubiertos, su padre desterró a ambos hermanos sin mostrar ninguna piedad y ambos eligieron caminos distintos: Telamón se fue a Salamina y Peleo a Ftía.

FTÍA

En Ftía fue recibido por el rey Euritión, casándose con la princesa Antígona y siendo padre de Polidora. Fue en ese momento cuando Peleo participó en la cacería del jabalí de Calidón junto con su suegro, teniendo la mala fortuna de asesinarlo involuntariamente durante la jornada.

EL NUEVO EXILIO EN YOLCO

Nuevamente tuvo que partir al exilio eligiendo como destino Yolco, donde reinaba Acasto. Allí la reina Astidamía se enamoró perdidamente de él. Peleo la rechazó varias veces, provocando la ira de la reina, que le acusó ante su marido de intentar seducirla. El rey ejecutó un plan para vengarse de Peleo, por lo que lo invitó a una cacería en sus territorios en la frontera norte del reino. En el transcurso de la jornada, los hombres del rey le apresaron, le robaron su espada (que era un valioso regalo de su padre), le ataron y abandonaron a su suerte en un territorio en el que vivían los centauros. Tuvo suerte de que le encontrara Quirón, que le ayudó a regresar a su casa y forjando una gran amistad entre ambos y que duraría toda la vida. Sería el origen de la decisión de educar a su futuro hijo con él. Una vez de regreso a su verdadero hogar en Egina, relató todo lo acontecido a su padre, el rey Éaco. Los hechos provocando la ira del rey, dándole los mandos del ejército a Peleo y con su permiso para volver a Yolco para asesinar a los reyes por la infamia y conquistado el territorio. 

LOS ARGONAUTAS

En su ejército no solo marchaban mirmidones, sino muchos otros héroes griegos como por ejemplo Jasón y los Dióscuros. Tras la conquista de Yolco, Peleo marchó junto con ellos como parte de la tripulación de los Argonautas en busca del Vellocino de Oro en la Cólquida. A su regreso, Peleo se estableció en Ftía donde fue coronado rey de los mirmidones, tras la muerte de su padre, y trasladando la capital de Egina a Ftía.

TETIS

Antígona no fue su única cónyuge. Peleo se enamoró locamente de Tetis, una de las cincuenta nereidas. Ante este enamoramiento, pidió consejo a su amigo Quirón para encontrar la forma de seducirla ya que, al igual que sus hermanas, Tetis poseía el poder de cambiar de forma a su antojo. El centauro le recomendó atraparla sin soltarla aunque se transformara y así lo hizo. Primeramente Tetis se transformó en un calamar y cuando volvió a su forma humana, Peleo la tomó a la fuerza.

La boda de Peleo y Tetis se celebró en la cueva de Quirón, en el monte Pelión. Casi toda la nobleza griega e incluso los mismos dioses asistieron al evento. Durante la ceremonia, Peleo recibió como regalo una lanza de fresno hecha por los mismos Hefestos y Atenea. Pero aquel feliz enlace fue aguado por algo que traería terribles consecuencias. Casi todos los dioses habían sido invitados a la fiesta, menos Eris, la diosa de la discordia. Dolida por no haber sido invitada, urdió un plan para vengarse: primero pidió una manzana de oro del Jardín de las Hespérides, en el cual plasmó lo siguiente "Para la más hermosa" y lanzó la manzana en medio de la boda. Al verla, todas las diosas se lanzaron a por la manzana hasta que llegaron Hera, Atenea y Afrodita, alegando cada una de ser la más bella y por lo tanto, merecedora del premio. Las tres acudieron a Zeus para que proclamara a la campeona, pero el dios fue astuto y le encargó la decisión a Paris. Esa decisión sería el principio de la Guerra de Troya.

AQUILES

De la unión de Tetis y de Peleo nació el héroe Aquiles, el cual gracias a que su padre pidió a Quirón que se encargara de su entrenamiento y educación, se convirtió en un hábil y poderoso guerrero. Pasaron los años y Peleo, ya envejecido y cansado, no se animó a participar personalmente en la Guerra de Troya, prefiriendo enviar a Aquiles al mando de los mirmidones y una vez que los griegos le sacaron del escondite al cual le había enviado su madre (en el palacio del rey Licomedes de la isla de Esciro), le reclutaron.

MUERTE

Vivió lo suficiente para ver la guerra concluida aunque sin el regreso de su hijo Aquiles. Presenció el glorioso retorno de su nieto, Neoptólemo, aunque no se sabe si en el momento del encuentro lo conocía. El famoso joven, al que se le atribuía el papel principal de la toma de Troya, regresó a Ftía para reclamar el reino de su padre. Peleo no puso ningún inconveniente en la toma de poder y tan pronto como éste arribó a las costas griegas, abdicó en su favor. El viejo rey vivió tranquilamente bajo el reinado de su nieto, el cual se casó con Hermíone, la hermosa hija de los reyes Menelao y Helena de Esparta. Sin embargo, ésta nunca dio un hijo a Neoptólemo. Al no tener descendientes y no queriendo dejar sus tierras a Menelao, dejó las tierras en herencia al sirviente de más confianza de su nieto. Fue así como, tras la muerte de Peleo, Héleno, príncipe de Troya y al acabar la guerra, esclavo de Neoptólemo, se proclamó rey de Ftía.