Kaworu Nagisa al fin es independiente, vive en un departamento solo donde al fin de siente cómodo. Sin embargo su felicidad momentánea se ve quebrada por alguien que interrumpe todas sus mañanas con fuertes portazos.
Más allá de molestarse, Kaworu...
Neon Genesis Evangelion (新世紀エヴァンゲリオン Shin Seiki Evangerion) es propiedad de Hideaki Anno y Gainax
Los personajes no me pertenecen, así como tampoco está historia, es una adaptación de la historia "Tras su puerta" de Cherii-chan. Si desean ver la historia original pasen a su perfil.
Parejas: Kaworu Nagisa x Shinji Ikari
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La puerta se abrió junto con un escabroso rechinido que resonó contra las cuatro paredes del pequeño y oscuro cuarto. Me quedé allí, estático igual que una mismísima estatua de hierro sintiendo como mi vitalidad era absorbida por la tensa energía que de allí emergía.
Sentía ganar de llorar, de caer en un mar de lágrimas mientras mis ojos picaban y mis labios temblaban. Sentía ganas de gritar, de desgarrar mi garganta con mis alaridos, sentía rabia, impotencia, de querer romperlo todo y a mí mismo. Sentía miedo, cobardía y pánico y también una pizca, casi extinta, de esperanza. Me acurruqué a los pies del marco de la puerta y abracé mis rodillas ocultando mi rostro entre ellas. Inhale y exhale, una y otra vez tratando de calmarme.
Me perdí en tiempo, recibiendo por completo la escénica de Shinji Ikari.
Muchas fueron las emociones que sentí en un solo minuto. Me golpeó de lleno el alma y no me dejó moverme por quizás cuantas horas. Estaba ahogado, quería salir, correr lejos, cerrar el cuarto y lanzar la llave por un precipicio y no volverla a ver jamas en mi vida.
Cuando abrí mis ojos, no pude evitar que cayeran las lágrimas que tanto me esforcé en retener. Pasee mi mirada por la madera vieja y sucia del suelo, por las paredes de un color ya marchito, por la tela de las cortinas de un verde desteñido y roto, por el único mueble gastado y vacío, por la solitaria y fria cama a un rincon.
Todo tan lúgubre
Al adentrarme, paso a paso a mitad de la noche, varias cosas emergían de la oscuridad. Como un trozo de sándwich a medio comer de la semana pasada, que adornaba el mesón que creía vacío. Unos cuantos papeles arrugados que contenían simples garabatos y tasas desechables de Starbucks apiladas en el suelo. Unas cuantas prendas de vestir esparcidas por el suelo, un par de zapatos tras la puerta y una caja de cartón que almacenaba algunos libros y ropas. No había nada más, ni siquiera un closet o un televisor.
Esto era decadente, no me atreví a prender la luz, no quería descubrir algo más que me partiese por completo el corazón.
Me acerqué a su cama, la cual solo poseía una sabana de delgada tela. Me senté sobré el colchón y no hubo necesidad de revisarla para saber que estaba en mal estado y rota. Me mordí el labio con amargura. Hubo un lapsus de tiempo en el que no pensé en nada, mi mente quedó en blanco mientras daba otro vistazo a la habitación, reteniendo cada detalle del verdadero Shinji.
