capítulo 1; hey.

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¿En serio, Klaus?

— Sí, en serio, Cinco.
— No puedes obligarme a ir al colegio.
— ¿Quieres que le diga a Diego? Él te puede cargar.
— Diego no me da miedo.

Five era un chico realmente descontrolado, era muy inteligente pero un poco loco, ( tÚ ME TRAES UN POCO LOCO okey no sjks perdón. ) hacía lo que se le daba la gana, y a veces ignoraba lo que sus hermanos le pedían,  pero, por su ''bien'' iría al colegio, iba a entrar a las clases pero no prestaría atención, no necesitaba de apuntes, de maestros, ni nada por el estilo. Quizás sólo estaría ahí para matar el tiempo, "matar el tiempo".

El pelinegro ya estaba listo para ir a la dichoso colegio, esperó a Klaus y a Diego ya que ellos serían los responsables de llevarlo, después de un largo tiempo llegó al colegio, llevaba una mochila puesta en sus hombros y vestía ese uniforme de la academia, en el colegio podían ir vestidos como se les diera la gana, pero, Five lo quiso así, además de que son las únicas prendas que tiene.

El chico entró al colegio, todo normal, alguno que otro idiota peleándose, las chicas hablando sobre chicos y chicas, unos medios raritos, otros compitiendo en ajedrez y cosas así. El director se había topado con Five, para asignarle su nuevo casillero, y como Five no quería ser tan grosero en su primer día aceptó la idea, siguió al director y dejó escapar un suspiro al ver que su casillero estaba alado de dos idiotas que se peleaban a cada rato, abrió el casillero con la contraseña que le había dado el director, dejó unos libros adentro, después cambió la contraseña del candado y lo cerró, cuando cerró su casillero se dirigió al baño de hombres, pero antes de entrar se escuchó que alguien había llegado pero todos parecían huir, ¿qué estaba pasando? no lo sabía. Volteó la cabeza y ahí estaba, otro pelinegro pero más alto que él y posiblemente de unos 17 o 18 años, estudiante de preparatoria, casi seguro a que sí. Parecía venir de muy mal humor, o, ¿así era su rostro? ni idea. Pero, de algo si se estaba dando cuenta, aquel pelinegro se estaba dirigiendo a lo que ahora era su nuevo casillero, eso le brindó muy malas vibras, así que, dejó a un lado su gran viaje al baño de los hombres y se quedó ahí. . . parado. Obvio, estaba observando lo que iba a hacer el otro chico, todo iba muy bien, sin problemas pero el problema ( ahora sí ) surgió en que el otro chico había sacado un martillo, ¿y qué hizo? rompió el candado del casillero que ahora era de Five.

A Five no le gustó eso.

— Hey.

Eso fue lo que dijo el pequeño de estatura, se sabía que no le iba a importar nada del colegio pero eso de romper un casillero que apenas te habían asignado había sobrepasado los límites.

— ¿Y tú qué?

Eso fue lo que dijo el otro chico, y bueno, ya sabíamos que seguía después.

— Es mi casillero, idiota.
— ¿Tuyo? Era mío, niño.

"Niño" oh no, un tic en el ojo izquierdo de Five, oh-oh.

— No soy un maldito niño, idiota.

— ¡Wayne McCullough! ¡A la oficina ya!

Ups. Esa había sido la voz del director, ya parecía estar muy enojado.

Wayne le dio un último vistazo al más pequeño, como si fuera a amenazarlo o algo por el estilo, pero Five no le temía ni nada, estaba dispuesto a querer pelear si eso quería.

Pero, cómo sea que fuera, Wayne se había retirado del pasillo, ni fue a la oficina del director ni nada, y Five se fue a su salón de clases.

1:05 pm; hora de la salida.

El timbre ya había sonado y ya todos habían salido de sus salones, Five salió del colegio y se dirigió al auto donde estaban Klaus y Diego, qué raro, qué vergonzoso y qué penoso. Pero, por su mala suerte, antes de llegar al auto chocó con ese chico, con ese tal Wayne, con ese "idiota" que le había dicho niño. Five no hizo más que entrecerrar sus ojos, porque no se había caído y Wayne tampoco. Los dos cruzaron sus miradas, ¿se iban a odiar para toda la vida? quizás. Five rodó los ojos y Wayne decidió seguir su paso.

Five llegó al auto y se subió en los asientos traseros, cerrando la puerta con fuerza.

— ¡Querido! ¿Qué tal te fue?
— Klaus, con tan sólo que digas mi nombre todo está bien.
— Hey, Five, dinos qué tal.
— ¿Podrían dejar de preguntarme? No quiero hablar sobre eso.
— ¿Y por qué? ¿Te hicieron bullying?
— Imposible que le hagan eso a Five, Klaus.
— ¡Oh! Se perdió y no buscó su salón.
— Rompieron mi casillero, ahora ya cállense y vámonos a la academia, no los quiero escuchar ya.

Klaus y Diego estaban sorprendidos por eso, alguien debería estar muy loco para hacerle algo así a Five.

— ¿Y quién fue?
— Klaus, déjalo. Seguro mañana nos cuenta, es nuestro "hermano" y creo que deberíamos dejarlo solo.
— Pero, me preocupa.

Eso fue lo último que se escuchó de esa conversación, en todo el camino hubo silencio, y Five seguía con los brazos cruzados.

Mañana será diferente, quizás.

—fin, capítulo 1.

peachless. - fayne [wayne mccullough x five hargreeves]Where stories live. Discover now