peachless. - fayne [wayne mccullough x five hargreeves]

u ruined it.

— Así que. . . hm, tengo que hacer eso.
— Sí mi amor, quiero que lo lastimes como él lo hizo conmigo. Claro, si haces eso seguiremos siendo novios.
— Hm.

Wayne estaba hablando con su novia acerca de lo que había pasado en la noche anterior en la que Five y él se habían encontrado durante mucho tiempo. Había sido inesperada y algo complicada puesto que Mindy lo había visto todo igual que Chuck.

Wayne había terminado de hablar con Mindy por teléfono, dejó el móvil a un lado y se acostó en la cama. Cerró los ojos y en menos de 5 minutos se quedó dormido. Ahora estaba soñando. . . algo raro, todo estaba en blanco pero después el escenario apareció, parecía estar en un hotel acostado en el suelo, no sabía qué rayos pasaba en su sueño, era algo muy extraño, pero por curiosidad en su sueño había volteado la cabeza y observó a Five ahí dormido junto a él. El menor se veía tan tierno ya que se encontraba rodeado por sus propios brazos, había sido un bonito sueño que quizá iba a ser borrado de la mente de Wayne.

Ya era un Lunes, tranquilo, un poco nublado y con temperatura baja pues era de mañana. Five ya había llegado al colegio, traía una mochila y nada más. Por otro lado, Wayne llegó y al parecer estaba enojado, desde que había empezado su relación con Mindy todo el tiempo estaba enojado.

Todo iba bien, nada fuera de lo común, Five estaba sacando algunos libros de su casillero y Wayne estaba en el baño, haciendo necesidades obviamente.

Siguió todo el día, las clases y todo lo demás hasta que llegó la hora de salida, todos los estudiantes salieron de su salón, Five se dirigió hacia la salida y salió del colegio, al parecer Diego y Klaus no habían llegado todavía así que sólo esperó. . . minutos después Wayne estaba atrás de él,

"Five."

Mencionó el mayor y el menor volteo a verlo. Estaba feliz de verlo, necesitaba verlo ya que quería hablar con él para pedirle disculpas sobre lo que había pasado.

— ¡Wayne! ¡Hola! Yo quería pedirte disculpas sobre lo sucedid-
— Eres una mierda de persona, Five.

. . .

— ¿Q-Qué?
— Lo que escuchaste. Yo quería olvidarte, no quería pensar en ti, no quería saber de tu maldita existencia. Me jodiste la vida, estaba muy feliz con Mindy sin saber una mierda de ti, pero volviste y me haces sentir inseguro, me haces sentir miedo, me haces sentir mal. Te superé y me salió bien pero volviste, odio saber el hecho de que te veré todos los días, que veré a ese idiota que me lastimó, eres una mierda, Five. Maldigo el día en que te conocí, lo detesto. No quiero saber nada de ti, no quiero tus malditas disculpas, no quiero volver a hablarte nunca más. Adiós.

Y el más alto se retiró. En cuanto Five. . . él empezó a llorar, se mordía el labio para poder evitarlo pero era imposible, las lágrimas caían sobre su rostro y parecían ser infinitas.

Después de unos minutos Diego y Klaus habían llegado, Diego esperó a que Five subiera al auto pero no lo hacía, él no había volteado ni nada por el estilo.

— ¡Five, por Dios! Apresúrate.

. . .

— ¿Five?

A Klaus ya se le había hecho muy raro que Five no subiera, siempre ansiaba subir al auto e irse lo más rápido posible pero no pasó. Así que Klaus salió del auto y se dirigió hacia el menor, al verlo llorar se sorprendió pero no dudó en abrazarlo, por lo que Five le correspondió al abrazo. Y Diego al ver aquella escena rápidamente bajó y los abrazó a ambos. Era la primera vez que Five se dejaba abrazar por ellos pero se sentía mala persona ahora, estaba triste, estaba con el corazón roto.

Ya era de noche y Five se encontraba en su habitación de la academia, estaba acostado y estaba mirando el techo mientras hacía una pequeña mueca, sus ojos estaban de un color rojizo ya que había llorado demasiado. En eso, había escuchado un golpe en la puerta.

— ¿Puedo pasar?

Era Klaus, pero sin pensarlo dos veces el mayor había abierto la puerta con dos sándwiches de crema de maní y malvaviscos en un plato y una tacita con café. Five volteó a ver hacia la puerta y se sentó en su propia cama para después asentir.

— S-Sí, sí puedes.

Klaus se dirigió hacia él y se sentó a su lado, dejando la tacita y el plato en una mesita.

— Sé que estás triste, pero no es tu culpa.
— Lo fue. . . claramente me odia, Klaus.
— Pues entonces un idiota, no debió decirte eso.
— P-Pero yo. . .

Y volvió. Volvió a caer, a sentirse débil, a dejar que sus lágrimas cayeran sobre sus mejillas otra vez.

— Es que yo no estoy acostumbrado a romperles el corazón a las personas, estoy más acostumbrado a que me rompan el corazón a mi. . .

Klaus volvió a abrazar a su hermano y acarició su cabello y suspiró.

— A veces las personas que más amamos son las que más nos dañan.

Five suspiró nuevamente y cerró sus ojos. Su hermano tenía razón y no sabía cómo sentirse, estaba muy roto.

Más que roto.

Fin capítulo 13.