Una Gran Espera

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Trescientos sesenta y cinco días para ser exactos y Kurinaka no dormía, no comía y se podría decir que ni respiraba. Tanta fue su obsesión ante lo dicho por Runi que había descuidado un poco las finanzas del imperio; solo vivía desesperado porque quería que se cumpliera la profecía. Aquella que Runi había anunciado antes de ir a los brazos de mamá luna.

No había noche que no se dejara de preguntar ¿Por qué?, ¿Por qué?, si ya a transcurrido un año y nada ¿Por qué?, aún no puedo tener un primogénito o es que acaso esa vieja me mintió, creo que era una vieja farsante, seguía diciendo a si mismo. Con el rostro lleno de odio, ira e impotencia, maldecía el día que tomó  como esposa a Tika.

Kurinaka continuó hablando en voz alta - Runi jamás mintió, la vieja inútil jamás dijo nada de lo que no fuera cierto. Solo espero que aún no llegue el día en el que caiga estrellas fugaces como lluvias doradas y que del cielo emane una luz como escarcha dorada, primero tiene que nacer mi heredero. 

Todas las noches le reclamara a Tika (esposa de Kurinaka) por no haberle dado un hijo. Siempre la cogía del rostro y la miraba como Runtasei lo haría.  Sin piedad alguna le repetía  mil y un veces- Hasta la Ismene Amancaes nace de entre los agrestes, pero tú ni una semilla puedes germinar, tu maldito vientre no fue elegido para darme un hijo, maldita la hora que te tomé como mi esposa y maldigo ver tu vientre plano porque eso significa que no me sirves ni para eso.

Todo el cuerpo de la pobre Tika era un manojo de nervios y ni que hablar de su rostro solo mirarla daba lástima, ella mil veces hubiera preferido cambiar todo aquello que tenía por un poco de amor, Se sentía tan pequeña y vacía en aquel palacio. Lloraba casi todo el día, muchas veces sonreía con dolor por dentro y tapaba sus lágrimas con un poco de maquillaje y oro.

Una noche Kurinaka ingresó a los aposentos de Tika, la cogió de los brazos con una fuerza desmesurada y le dijo - es mejor que te destierre o te enclaustre y me consiga otra esposa, en ese instante los ojos de Tika estaban desorbitados y solo decía – no,no por favor, te lo ruego, no me hagas eso, mírame por favor, mírame, ten un poco de compasión por mí. Kurinaka con una sonrisa sarcástica y dando un carcajada de odio ¡ja! ¡ja! la boto a un lado y le respondió- compasión, por favor, más de la que ya te di. Tika temblando le contestó-pero solo es parte del tiempo y además yo estoy rezando mucho a los dioses, a nuestra madre luna y a la diosa de la fertilidad Karicha para que me concedan el regalo de ser madre. Kurinaka con un rostro burlón le replicó- ¡cállate! crees que ellos te escuchan, si así fuera hace rato ya me hubieras dado un hijo, eres tan poca cosa que ni siquiera ellos te escuchan. Volviéndola a botar por un lado y dando la media vuelta le dijo-si al mes no has quedado preñada ve eligiendo el lugar de tu destierro – Ah!, agradéceme que te doy a elegir. Y saliendo diciendo, los dioses, los dioses al diablo con ellos, si existirán. 

Tika sacando fuerzas de donde sea, se levantó y corriendo solloza por los pasillos del palacio inca corrió para dirigirse al gran templo de la luna. Al entrar lo único que hizo fue arrodillarse y llorar y llorar sin parar, con la cabeza en el suelo solo decía-madre luna tu que eres madre, sabes el gran dolor que llevo dentro de mí, te lo ruego por favor concede el honor de ser madre, de llenarme los pechos para amantar, quiero gritar de dolor por parir, desangrarme por un príncipe. Prefiero al dios de la muerte antes de secarme en el olvido.

Cogiendo un tumi rasgó sus muñecas y gritando pronunció el siguiente pacto: "Yo Tika invoco al Hanan Pacha y al  Ukhu Pacha. No les ruego, si no les exijo dar vida a mi vientre, a cumplir su promesa en mí. A  cambio, los acompañaré en donde me destinen, si arriba o abajo. Solo deseo darle un beso a lo que tanto he deseado y soñar para siempre. A ti Wiracocha te otorgo mi alma. y a ti Runtasei te entrego mi cuerpo."

Ambos dioses cerrando sus ojos cogieron sus tumis y marcaron con sus sangres el pacto y pronunciaron: "ella lo dice, ella lo hará."

Tika al regresar a sus aposentos empleó todas sus estrategias y esa noche concibió. 

Illari ChaskaWhere stories live. Discover now