Pakasqa

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Al son del cánticos de los ruiseñores despierta Kallpa. Con una sonrisa de oreja a oreja, soñó con Urpi toda la noche. Contaba los minutos para volver a verla para contemplarla, susurrarle, acariciarla y unirse en una sola pasión. 

Buenos días, dormilón ¿Qué tal amaneciste?- preguntó Pukara a Kallpa. 

Con una sonrisa rebosante le respondió: Bien, gracias. 

Pukara con una sonrisa pícara continuó; al parecer no necesito preguntar con quién soñaste porque la respuesta sería obvia. 

Pukara frunciendo la frente y con los ojos fijos en Kallpa, se paró frente a él y en tono grave expresó: Es momento de la verdad, solo me queda confiar en tí. Una verdad que puede ser nuestra bendición o nuestra maldición. Una vez que tengas conocimiento de ella nuestras vidas están en tus manos. Tú decides. 

Kallpa desencajado le replicó; No entiendo que verdad. Pero si me podido percatar que algo ocurre, desde la Pachamama. Si tu temor es su fin. Que Wiracocha sea testigo de mi fidelidad hacia ustedes y en especial a ti mi gran amigo. Mi vida y mi amor están aquí y no pienso dejarlos correr como las aguas del Vilcanota. 

Pukara suspirando de seguridad prosiguió: Mira pronto llegará la época de cosecha y tenemos que hacer todo lo posible por esconder lo mejor de todo, trigales, oro y ganado. No puede quedar nada visible a los ojos de los lacayos de Kurinaka. Si no por el contrario se llevarán todo, y no solo eso, sino también dañaran a todos en el pueblo. Una vez más hay que hacerle creer al gran ejército de Kurinaka que el pueblo está maldecido. Así que hoy empieza el trabajo de todos. 

Kallpa anonado por lo escuchado exclamó: ¡De todos!

Pukara replicó-sí de todos. Y continuó: A Tamitai le toca organizar a las mujeres del pueblo, quienes se dedican a preparar las placentas y teñirlas de rojo para luego ser puesta en el cuerpo de todos, así creerán que tenemos nuestros cuerpos malditos y putrefactos. Algunos hombres del pueblo se encargarán de la cosecha como Yo. Así que tú, te encargarás de ver llevar a las vicuñas y ovejas a pastorear, y al mismo tiempo podrás ver cuales están buenas para ser escondidas, de lo posible haz que sean todas, Zapaki y Wayna te pueden ayudar. 

Kallpa con sentido de lealtad no dudó en mencionar - Claro amigo, no te fallaré. Mi vida sobre nuestra amistad. 

De pronto se escuchó un fuerte golpe entre la ventana y los objetos que habían alrededor de ella. 

Pukara asustado exclamó: ¡Qué pasó! ¡ Quién anda ahí!

Kallpa pausadamente mencionó: Nada, es tan solo el viento. 

Pukara respondió: Disculpa, pero lo que acabo de narrarte es un secreto del pueblo y es muy peligroso que espías del imperio tengan conocimiento de ella. 

kallpa declaró: Pukara ¡Tranquilo! De estas cuatro paredes nada saldrá.  

Ambos sonrieron y se  abrazaron fuertemente en una fraternidad sellada por un sentimiento tácito. 

Zapaki que observaba todo susurró: Ojalá que Kallpa no nos traicione. Nos jugamos todo por él. 

Wayna le refutó: ¡Calla! ¡Vamos! tenemos trabajo por hacer. Además Kallpa ha demostrado ser un buen amigo. 

Zapaki suspiró: Así sea. 

Kallpa, Wayna y Zapaki encaminaron hacia un día largo de trabajo. Mientras en el trayecto Kallpa iba corriendo en una lucha interna de callar o regresar. Cuando en eso levanta la cabeza y observa la malicia volando hacia su destino. 



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⏰ Last updated: Jun 26, 2020 ⏰

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Illari ChaskaWhere stories live. Discover now